El ministro de Exteriores austriaco, en contra de las guarderías musulmanas: "No las necesitamos"

El ministro de Asuntos Exteriores austriaco, Sebastian Kurz, ha asegurado este jueves que cerrar las guarderías para niños de familias musulmanas, donde los menores tienen poco o ningún dominio del alemán, sería una manera eficiente de garantizar la integración de los inmigrantes.

"Por supuesto, no las necesitamos. No debería haber guarderías islámicas", afirmó Kurz durante un acto organizado por el periódico 'Kurier' al ser preguntado sobre si estaba de acuerdo en cerrar por completo este tipo de instalaciones.

Según el ministro de Exteriores, la competencia en alemán debe convertirse en una puerta de entrada a la sociedad austriaca. Así, los niños inmigrantes y aquellos "que tiene poco o ningún dominio del alemán" tendrían que asistir a guarderías un año más que los niños austriacos.

Criterios de calidad para los profesionales

Para mejorar las normas de competencia lingüística, Kurz también defendió la introducción de "criterios de calidad" para los profesionales que trabajan con niños. De esta manera, muchas guarderías musulmanas no cumplirán con los requisitos para recibir las ayudas estatales y no tendrán más remedio que cerrar. "Esta es la manera más fácil en términos de ley", afirmó el ministro.

Asimismo, Kurz aseguró que el Gobierno "hace mucho" para mejorar los esfuerzos de integración, pero subrayó que muchas veces el éxito "depende mucho del número de aquellos (que deberían) integrarse".

La polémica acerca de las guarderías musulmanas en Austria tiene su origen en un reciente estudio del profesor austriaco-turco Ednan Aslan, que asegura que más de 10.000 niños con edades comprendidas entre los 2 y los 6 años asisten a uno de los aproximadamente 150 centros preescolares en Viena donde se enseña el Corán y se allana el camino para crear "sociedades paralelas".