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Una sirvienta huye por el balcón del piso 15 debido a los maltratos de su jefa
La dueña de casa se declaró culpable y podría recibir una pena de hasta tres años de prisión por cada delito de abuso contra su empleada.
Una residente de 31 años de la ciudad de Yishun, Singapur, se declaró culpable este lunes de maltratar físicamente a su sirvienta, incluso de golpearle la cara y tirarle el pelo, informa el medio local The Straits Times. En un momento, la empleada fue encerrada en el apartamento como 'castigo', y entonces decidió escapar bajando desde el piso 15 a través de los balcones del edificio.
Sulis Setyowati, de 24 años, llegó a Singapur desde Indonesia y empezó a trabajar en la familia de la acusada, Nuur Audadi Yusoff, a finales del año 2017. Los abusos iniciaron en enero de 2018, cuando la sirvienta olvidó ponerle una pomada al hijo de Yusoff, por lo cual la jefa le dio unas bofetadas.
Ese comportamiento continuó. Sulis Setyowati quería cambiar de lugar de trabajo, pero la dueña de la casa prometió dejar de actuar de manera violenta. Incluso en abril ayudó a la joven a denunciar a un exempleador por no haberle pagado parte del salario. La sirvienta se quedó, en parte por agradecimiento, pero también porque debía enviar dinero a Indonesia para mantener a su hija.
Sin embargo, unos 10 días después Yusoff revisó el teléfono móvil de la joven y encontró que ella había publicado fotos de sus hijos en Facebook. La acusada confiscó el móvil de la empleada y la golpeó causándole heridas.
Setyowati logró recuperar el teléfono y llamó a su agencia de empleo para solicitar ser transferida a otro trabajo. Al descubrirlo, la dueña de casa se enfadó y además de golpearla nuevamente la encerró en el departamento.
Fue entonces cuando la joven decidió escapar por los balcones del edificio, descendiendo desde el piso 15, algo que le llevó toda una madrugada.
Por consejo de su agente laboral, la joven denunció a Yusoff. La mujer será sentenciada en noviembre, y por cada delito de maltrato puede recibir la pena de hasta tres años en prisión y una multa de 5.500 dólares estadounidenses.
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