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Nuevo tiroteo en Nueva York afecta a un menor y deja en evidencia el control de armas
La Policía de Nueva York ha presentado cargos de intento de asesinato contra un hombre que presuntamente abrió fuego en un lugar público de Brooklyn este lunes e hirió de gravedad a un adolescente de 13 años.
Según informan los medios locales, Kareem Potomont, de 21 años, ha sido arrestado y acusado, además de la propia agresión, de posesión ilícita de armas de fuego.
El veloz esclarecimiento de este caso no solapa el hecho de que este tipo de delitos se han vuelto una realidad cotidiana en Estados Unidos. Y eso que las autoridades de algunos estados y municipios han introducido algunas restricciones para quienes quieran adquirir de un tiempo a esta parte.
Así, en el estado de Nueva York el año pasado aprobaron la Ley de Control de Armas. Sin embargo, los vendedores de rifles han modificado sus productos para mantenerlos en el mercado y de este modo burlar la ley.
Según las recientes revelaciones de la Policía, el perpetrador de la masacre de la Escuela Primaria de Sandy Hook, en Connecticut, Adam Lanza, abrió fuego contra los alumnos y sus profesores con tres armas. Entre ellas se encontraba un rifle automático AR-15.
Aquel tiroteo en el 2012 fue el más mortífero de los registrados en una escuela pública en toda la historia de EE.UU. y reanudó el debate sobre el control de la posesión de armas. Los legisladores aseguraron que una nueva normativa disminuirá la cantidad de fusiles de asalto en manos de los estadounidenses mientras que al mismo tiempo, protegerá a los dueños de armas legales.
La ley endureció la verificación de los datos personales, limitó la cantidad de balas que se pueden comprar en una tienda y prohibió los rifles AR-15, especialmente odiados en el país después de Sandy Hook.
Sin embargo, los fabricantes de armas han logrado evadir esta ley. Black Rain Ordinance, una compañía fabricante de armas de fuego de Missouri, puso a la venta una serie de rifles que formalmente cumplen las leyes de Nueva York e incluso concertó un acuerdo con los funcionarios de ese estado.
"Les mostramos lo que proponíamos: el mismo rifle pero con un mango modificado. Ellos lo examinaron y dijeron que eso satisfacía los requisitos", dijo a RT el presidente de la empresa armamentista, Justin Harvel.
De este modo, los fabricantes introdujeron unos cambios exteriores en el arma y ya dejó de ser un rifle de asalto y pudo seguir en el mercado. En otro caso simplemente retiraron una empuñadura ¡y ya está!
"No se puede basar en el exterior del arma y en la idea de dividirlas en dos categorías: las buenas y las malas", sostiene el profesor de derecho penal James Jacobs. "Esto realmente no tiene sentido. Los ciudadanos de EE.UU. poseen más de 300 millones de armas. Eso equivale a un 40% de domicilios en EE.UU. Todas por lo general funcionan de la misma manera: disparan balas que pueden cegar la vida de las personas o causar heridas graves".
Los fabricantes de los rifles modificados aseguran que no burlan las restricciones neoyorquinas, sino simplemente cumplen con la legislación. Pero al parecer, mientras existan tales agujeros en la reglamentación sobre la posesión de armas, seguirán apareciendo agujeros de bala en las escuelas de EE.UU.
El veloz esclarecimiento de este caso no solapa el hecho de que este tipo de delitos se han vuelto una realidad cotidiana en Estados Unidos. Y eso que las autoridades de algunos estados y municipios han introducido algunas restricciones para quienes quieran adquirir de un tiempo a esta parte.
Así, en el estado de Nueva York el año pasado aprobaron la Ley de Control de Armas. Sin embargo, los vendedores de rifles han modificado sus productos para mantenerlos en el mercado y de este modo burlar la ley.
Según las recientes revelaciones de la Policía, el perpetrador de la masacre de la Escuela Primaria de Sandy Hook, en Connecticut, Adam Lanza, abrió fuego contra los alumnos y sus profesores con tres armas. Entre ellas se encontraba un rifle automático AR-15.
Aquel tiroteo en el 2012 fue el más mortífero de los registrados en una escuela pública en toda la historia de EE.UU. y reanudó el debate sobre el control de la posesión de armas. Los legisladores aseguraron que una nueva normativa disminuirá la cantidad de fusiles de asalto en manos de los estadounidenses mientras que al mismo tiempo, protegerá a los dueños de armas legales.
La ley endureció la verificación de los datos personales, limitó la cantidad de balas que se pueden comprar en una tienda y prohibió los rifles AR-15, especialmente odiados en el país después de Sandy Hook.
Sin embargo, los fabricantes de armas han logrado evadir esta ley. Black Rain Ordinance, una compañía fabricante de armas de fuego de Missouri, puso a la venta una serie de rifles que formalmente cumplen las leyes de Nueva York e incluso concertó un acuerdo con los funcionarios de ese estado.
"Les mostramos lo que proponíamos: el mismo rifle pero con un mango modificado. Ellos lo examinaron y dijeron que eso satisfacía los requisitos", dijo a RT el presidente de la empresa armamentista, Justin Harvel.
De este modo, los fabricantes introdujeron unos cambios exteriores en el arma y ya dejó de ser un rifle de asalto y pudo seguir en el mercado. En otro caso simplemente retiraron una empuñadura ¡y ya está!
"No se puede basar en el exterior del arma y en la idea de dividirlas en dos categorías: las buenas y las malas", sostiene el profesor de derecho penal James Jacobs. "Esto realmente no tiene sentido. Los ciudadanos de EE.UU. poseen más de 300 millones de armas. Eso equivale a un 40% de domicilios en EE.UU. Todas por lo general funcionan de la misma manera: disparan balas que pueden cegar la vida de las personas o causar heridas graves".
Los fabricantes de los rifles modificados aseguran que no burlan las restricciones neoyorquinas, sino simplemente cumplen con la legislación. Pero al parecer, mientras existan tales agujeros en la reglamentación sobre la posesión de armas, seguirán apareciendo agujeros de bala en las escuelas de EE.UU.
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