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La adivinadora ciega Vanga cumpliría hoy 100 años

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Hoy habría cumplido 100 años Vanga, una mujer de Bulgaria que tenía la capacidad de ver el destino de la gente. Su singular capacidad, que todavía provoca grandes discusiones, atraía tanto a la gente común como a las personalidades de todos los países. La visión interna de esta mujer ciega le mos
La adivinadora ciega Vanga cumpliría hoy 100 años

Hoy habría cumplido 100 años Vanga, una mujer de Bulgaria que tenía la capacidad de ver el destino de la gente. Su singular capacidad, que todavía provoca grandes discusiones, atraía tanto a la gente común como a las personalidades de todos los países. La visión interna de esta mujer ciega le mostró la caída de las Torres Gemelas y el futuro cambio de conciencia de la gente en el mundo, que empezará en Rusia.

Vanga es el nombre corto de Vangelia, un nombre griego que significa 'Evangelio' ('buena noticia'). Nació en el seno de una familia pobre el 31 de enero de 1911, en el territorio de la moderna República de Macedonia. Su padre no podía pagar el tratamiento médico de su hija después de ser arrastrada por un gran torbellino que la dejó sin ojos. Se quedó ciega a los 12 años y ocho después se revelaron sus capacidades singulares cuando la joven interpretaba con gran certeza los sueños de sus vecinos. La leyenda dice que en vísperas de la Segunda Guerra Mundial le visitó un soldado y dijo "Pronto el mundo cambiará completamente y mucha gente morirá… vas a predecir a los muertos y vivos". Para ver el futuro Vanga pedía a la gente que pusiera un trozo de azúcar debajo de su almohada dos o tres noches antes de visitarla y luego se lo llevaran. Dicen que un millón de personas que le han visitado durante unos 55 años de 'trabajo social' le han llevado un total de 2 toneladas de azúcar. Su consulta costaba unos 50 dólares para los extranjeros y la mitad para los búlgaros. El dinero pasaba a la caja estatal del país y a la fundación de Vanga. La profeta murió el 11 de agosto de 1996 de cáncer de pecho.

Los testigos hablan sobre la multitud de profecías que hizo Vanga a nivel personal:

"¡Miedo! ¡Miedo! Los hermanos americanos fallecerán picoteados por pájaros metálicos. Los lobos van a aullar desde un arbusto y la sangre inocente correrá como un río". El 11 de septiembre de 2001 en Nueva York unos terroristas estrellaron los aviones que habían secuestrado en las Torres Gemelas.

En 1980 Vanga dijo: "Kursk pasará debajo del agua y todo el mundo lo va a lastimar". El 12 de agosto de 2000 el submarino atómico ruso 'Kursk' se hundió y los 118 miembros de su tripulación murieron.

"¡Le va a matar su vestido! Veo un vestido de color naranja y amarillo en fuego y humo", destacó Vanga sobre la entonces futura matanza de Indira Gandhi. La primera ministra de la India se preparaba para una entrevista importante y decidió no ponerse un chaleco antibalas voluminoso debajo de su vestido y pagó por esta decisión con su muerte el 31 de octubre de 1984 de manos de sus guardaespaldas.

Lo que no se cumplió…

En 1994 Vanga advirtió que "en nueve años viene el fin del mundo, la Tierra dará la espalda al Sol. Allí donde hacía calor, habrá hielo, muchos animales morirán. La gente va a luchar por la energía hasta el límite de las fuerzas. Y luego el tiempo volverá atrás". El año 2003 trajo la Guerra de Irak, atentados terroristas, la revolución en Georgia... pero la catástrofe global no sucedió.

Tampoco la profecía del inicio de la Tercera Guerra Mundial en 2010 se cumplió. Dicen que Vanga vio un conflicto en la península de Indostán en 2008 y luego los atentados a cuatro jefes de estado, y esto debía provocar el conflicto mundial.

No mucho antes de su muerte Vanga pronosticó que en el inicio de la primera década de los 2000 "la gente no van a sembrar, ni segar, solo criar. Los animales van a multiplicarse como las plantas y las plantas, como animales". En las plantas con OMG (organismos modificados genéticamente) se encuentran genes animales, esa parte se cumplió, aunque los campesinos todavía usan las técnicas habituales para sembrar.

"Nunca he escuchado algunas predicciones sobre el futuro del mundo o algunos países. Los políticos iban con asuntos personales y, en general, la mayoría que le visitaba tenía desgracias, enfermedades y problemas", destaca a los periodistas rusos la resobrina de Vanga, Caromorila Geórgieva-Nikolaeva.

Las raíces de sus profecías…


No se puede verificar si muchas de las cosas que dijo Vanga se cumplieron o no y si en realidad fueron exactamente lo que ella dijo. Como poca gente grababa lo que decía durante sus audiencias, el análisis de sus palabras se hacía luego a partir de las palabras y frases cortas alegóricas que recordaban los visitantes. Ya se sabe que le atribuían algunas reflexiones que no son suyas, como creencias del Tíbet, de masones y varias religiones.

Sospechaban que estaba en estrecha colaboración con los servicios de inteligencia de Bulgaria, que le daban la información sobre la gente que le visitaba, su nombre, edad, etc. Para el país fue muy alegre ver centenas de turistas, gente famosa de todo el mundo y hasta políticos que llegaban en búsqueda de predicción de su futuro a una profeta búlgara. Por la información no confirmada como todo lo que rodea a Vanga.

Los padres de la iglesia ortodoxa destacan que como una persona físicamente limitada no puede con sus fuerzas propias conocer el mundo oculto, puede recurrir a dos fuentes de conocimiento mundial: revelación divina o revelación demónica. El análisis de los padres ortodoxos afirma que Vanga hablaba con los espíritus caídos que tomaban la imagen de los familiares de las personas que la visitaban. Antiguamente en las adivinaciones se usaba el cristal, pero los pobres se valían del azúcar. Los adeptos del cristianismo destacan que el azúcar que Vanga pedía cuando iban a visitarla le servía para adivinar.



Creer o no…

Su fama vive en las familias de centenas de personas que destacan que Vanga les ayudó con sus advertencias. No curaba enfermedades, no decía cómo prevenir la tragedia que ella veía, tampoco creía que se pudiera hacer algo. Pero a veces la información que daba era bastante para estar preparados.

Dicen que Vanga pronosticó que los cataclismos pasarían por toda el planeta y provocarían su cambio. Además, afirmaba que las mujeres rusas son una fuente inagotable de amor y que Rusia es un país grande de donde partirá la reconstrucción de la conciencia humana, después de que este país renazca espiritualmente. "A Rusia Dios le dio fuerza!".

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