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Mujeres en Rusia: mudas ante el acoso sexual

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Muchas mujeres en Rusia se enfrentan de una u otra manera al acoso en su trabajo pero muy pocas deciden denunciar a sus acosadores. Las leyes en Rusia aún tienen algunas deficiencias para tratar los casos de acoso sexual, dejando a cientos de víctimas sin protección legal. Estrés, ansiedad,
Mujeres en Rusia: mudas ante el acoso sexual

Muchas mujeres en Rusia se enfrentan de una u otra manera al acoso en su trabajo pero muy pocas deciden denunciar a sus acosadores. Las leyes en Rusia aún tienen algunas deficiencias para tratar los casos de acoso sexual, dejando a cientos de víctimas sin protección legal.

Estrés, ansiedad, depresión y humillación son algunos de los efectos que sufren las víctimas de acoso sexual. Una mujer, que desea permanecer anónima, pasó por todo eso en su anterior trabajo. Todo empezó con las bromas de un compañero, comentarios lascivos, llegando hasta el mismo contacto físico. Cuando se quejaba de esta situación a sus compañeras éstas, en vez de solidarizar con ella, no le daban importancia.

La afectada cuenta: “Todos me decían que no valía la pena luchar. Y solo cuando llegaba la ambulancia porque estaba tan tensa y me desmayaba, solo en esos momentos mis colegas me hacían caso”.

Pero, en lugar de denunciar a su hostigador ella renunció.

Desgraciadamente este no es un caso aislado. Según las últimas encuestas, casi no hay mujeres en Rusia que no hayan pasado por uno u otro tipo de acoso.

De todas formas, definir acoso sexual puede ser muy difícil. Muchas veces la definición depende de la opinión de cada individuo y muchas veces lleva a confusión.

Justo por eso en la ley rusa el mismo término “acoso sexual” todavía no existe. Y aunque hay maneras de luchar con este problema a través de otras leyes, este tema sigue pendiente en el país.

En la práctica legislativa rusa, desde 1993 hubo solamente 2 casos de mujeres que ganaron un juicio por acoso sexual.

Los especialistas consideran que el problema radica no sólo en la falta de una ley, sino también en el hecho de que pocas mujeres se deciden a denunciar al acosador. La razón es que muchas no conocen sus derechos, tienen miedo de la publicidad que genere el caso y temen a las consecuencias.

La abogada Anastasia Bráicheva cuenta: “La constitución rusa dice que la discriminación sexual no está permitida. Pero, ¿qué es el acoso sexual? Es un tipo de discriminación, así que, en un principio, ese tipo de acoso es una violación directa a la Constitución. Sin embargo, en la práctica no es así”. La experta cree que una de las razones para esto es que las mujeres no creen que puedan conseguir una compensación por la vía legal.

La única salida es conocer muy bien de antemano a la persona que les contrata. En una de las agencias moscovitas de empleo comentaron que últimamente las mujeres tienen mucho cuidado a la hora de buscar trabajo.

Yulia Kóstina, agente de empleos, dice: “Normalmente preguntan por la página web de la compañía, nombre del director, por qué renunció la persona que ocupaba el puesto al que optan... algunas incluso piden el teléfono de la persona a la que sustituirán”. Yulia asegura que ella misma lo recomienda.

Sin embargo, una constante es que el acoso sexual sigue estando a la orden del día.

Mientras las mujeres rusas esperan а que aparezca esta ley, solo les queda confiar en que cambie la mentalidad de la sociedad.

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