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Un banco flotante cruza el Amazonas

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El banco brasileño Bradesco abrió una sucursal en el barco Voyager III, que surca la vasta extensión del Amazonas, para conseguir clientes en lugares remotos. El banco flotante opera con gran éxito: más de 300 clientes ya han abierto cuentas, señala el diario estadounidense The Wall Street Journa

El banco brasileño Bradesco abrió una sucursal en el barco Voyager III, que surca la vasta extensión del Amazonas, para conseguir clientes en lugares remotos. El banco flotante opera con gran éxito: más de 300 clientes ya han abierto cuentas, señala el diario estadounidense The Wall Street Journal.

Luzia Moraes, una ex ama de casa de 43 años, es gerente de la primera sucursal bancaria flotante en el Amazonas. El banco funciona en una zona donde la gente no tiene demasiado dinero, mucho menos experiencia con cajeros automáticos, cuentas de ahorro o préstamos personales.

Cada dos semanas, junto con unos 200 pasajeros, Moraes realiza un viaje en el Voyager III con duración de nueve días desde la Amazonia brasileña central hacia afluentes llenos de lodo, cerca de la frontera con Colombia y Perú.

En la región donde los aldeanos viajan durante días para llegar a un mercado o un hospital, la filial ofrece servicios que incluyen cuentas de ahorro y cuentas corrientes, préstamos personales y depósitos directos del gobierno para empleados públicos, pensionados y los pobres. La "oficina" consiste de la computadora portátil de Moraes, una impresora y un cajero automático.

Además de albergar una filial bancaria y llevar pasajeros, el Voyager III, de unos 40 metros de eslora y tres cubiertas, almacena 500 toneladas de frijoles, pollo, blanqueadores y otras mercancías que vende a lo largo de su viaje de más de 1.600 kilómetros.

Bradesco ha llegado a los niveles más bajos de la pirámide económica y en los últimos años se convirtió en el primer banco en abrir sucursales en las favelas (ciudades perdidas) de las grandes ciudades como Rio y São Paulo. En menos de cuatro meses, más de 300 clientes abrieron cuentas en el banco flotante. Otros más lo hicieron durante los viajes que Moraes hace en canoas y balsas a las aldeas por donde no alcanza a pasar el barco.

Bradesco es el segundo mayor banco privado del Brasil y de América Latina (en activos totales), el mismo creció principalmente a través de fusiones y aquisiciones.

 

 

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