Los pescadores en paro en Europa capturarán plástico
A primeros de mayo España ha agotado su cuota anual de pesca en aguas de la Unión Europea. Todo el pescado que llegue al país desde ahora será procedente de aguas extracomunitarias. Pero si el consumidor no va a sentir tanto la diferencia, los pescadores sí. La situación en otros países del Mediterráneo es muy parecida o aún más grave, como en Italia, Portugal y Francia. La causa es tanto el aumento del consumo como el creciente empobrecimiento de los caladeros europeos.
El 20 de mayo la Comisión Europea de Pesca tiene programado poner en marcha un proyecto piloto destinado a matar dos pájaros de un tiro. Por un lado, la iniciativa podrá remediar, al menos parcialmente, la desocupación en los pescadores. Por otro, contribuirá a resolver uno de los problemas ecológicos más cruciales para las aguas del Mediterráneo: la contaminación.
En realidad, los pescadores recibieron una oferta única: empezar a pescar el plástico y recibir una cierta remuneración monetaria por su captura. El volumen de los honorarios aún no ha sido anunciado. Tampoco se ha declarado cómo van a calcular el precio: por toneladas, por kilos o 'por botellas'. Oliver Drewes, portavoz de Maria Damanaki, la comisaria de Pesca de la Unión Europea, detalla: "El año pasado se pagaron en Francia (…) 375 euros por tonelada de plásticos recuperada y se recogieron unas 1.000 toneladas". Pero aquella vez se trató de desechos capturados por los pescadores sin intención.
En 2011 la Comisión de Pesca, el Fondo Europeo de la Pesca (FEP) y la Asociación Europea del Reciclaje de Plásticos (EuPC) quiere tratar con pescadores ex profeso de basura flotante. En verano de 2010 un estudio franco-belga calculó que las aguas del Mediterráneo esconden 250.000 millones de pequeños objetos plásticos y contienen unas 500 toneladas más de plástico ya disuelto entre las olas.
Está programado que los envases sean pescados con redes especiales, una adaptación de las concebidas para controlar vertidos de crudo, que cuestan entre 16.000 y 40.000 euros cada una, según su tamaño. Según comunica EuPC, las redes están totalmente hechas de plástico, "no capturan peces y son 100% reciclables". Se calcula que una red de este tipo puede recoger entre dos y ocho toneladas de desechos flotantes. Toda la captura será enviada a plantas de reciclaje.
La Administración pesquera de España comentó que la iniciativa "permite diversificar la actividad pesquera en determinados periodos, como son las vedas; supone una renta complementaria al colectivo de pescadores y un indiscutible beneficio medioambiental". El Ministerio de Medio Ambiente del país precisó: "Los pescadores tienen una amplia experiencia y un profundo conocimiento del medio marino y, en este sentido, pueden ser piezas clave para actuar en este tipo de nuevas actividades". Sin embargo, por el momento se desconoce si el experimento que empezará en la Costa Azul de Francia se ampliará e involucrará las aguas o los especialistas españoles.