Esta vez, la cámara panorámica de la corresponsal de RT, Diana Deglauy, nos muestra las casas abandonadas por los civiles sirios, los lugares donde la gente pasaba su tiempo, tomaba café, trabajaba y criaba a sus hijos. En las paredes que han logrado sobrevivir se pueden ver las marcas de la batalla que se produjo en el barrio. Este lugar, una vez "tan própsero" y "lleno de vida", se ha convertido en una ciudad fantasma, completamente destruida por el conflicto armado.