'Proyecto Stargate' o cómo la CIA formó un equipo de psíquicos para enfrentar a la Unión Soviética
Durante la Guerra Fría, el enfrentamiento entre Estados Unidos y la URSS abarcó todas las grandes esferas de la realidad. En un intento por adelantarse a la superpotencia rival, los países no fueron ajenos a métodos poco convencionales.
Un claro ejemplo de este enfoque fue el 'Proyecto Stargate', que costó unos 20 millones de dólares y en el que los servicios de inteligencia estadounidenses recurrieron a supuestos psíquicos para obtener secretos soviéticos e, incluso, explorar otros planetas del sistema solar.
¿De qué se trató el proyecto?
El 'Proyecto Stargate' entró al servicio de la CIA en los años 70, tras la presunta información de que la Unión Soviética gastaba decenas de millones de rublos al año en la investigación de las capacidades de la psique humana.
La lógica de la Guerra Fría, basada en el enfrentamiento entre las dos superpotencias, hizo que Washington se preocupara por tener su propio proyecto dedicado a investigar posibles capacidades sobrenaturales de las personas, intención que se plasmó en varios programas.
Según se informa, los servicios de inteligencia estadounidenses tenían tres razones principales para el proyecto:
- Determinar cómo aplicar la 'visión remota' a la recopilación de inteligencia contra objetivos extranjeros
- Averiguar cómo otros países podrían estar haciendo lo mismo y utilizándolo contra Estados Unidos
- Realizar experimentos de laboratorio para encontrar formas de mejorar la 'visión remota' para su uso en el campo de la inteligencia
Sin embargo, los resultados eran cuestionables y contradictorios, ya que muchas de las predicciones eran de carácter general, se alejaban del objetivo y distaban mucho de ser pruebas convincentes.
Algunas conclusiones, como la que aseguraba que Marte está poblado de espigados humanoides constructores de pirámides, no parecen las más propias de un proyecto serio.
Como el método mostraba una enorme inexactitud, la investigación fue cancelada.
La CIA convocó a un ilusionista "que puede doblar cucharas con la mente"
El miembro más famoso del proyecto era el ilusionista israelí Uri Geller, conocido por ser capaz "doblar cucharas con la mente". Sin embargo, a la CIA le llamó la atención otra de las supuestas habilidades de Geller: "leer la mente de otras personas".
Los funcionarios de la agencia sometieron al vidente a pruebas de una semana de duración, aislándolo en una habitación y pidiéndole que copiara un dibujo realizado por otra persona que él no había visto.
Como señala The Times of Israel, fracasó la mayoría de las veces, pero en un par de casos consiguió hacer copias exactas de las imágenes, y en otros los agentes encontraron suficientes similitudes como para dar por válidos sus esfuerzos.
Los experimentadores concluyeron que Geller "ha demostrado su capacidad de percepción paranormal de forma convincente e inequívoca". Al mismo tiempo, el periódico, citando a los investigadores, afirmaba que "se obtuvieron buenos resultados en los 4 días en que no había presente ningún observador abiertamente escéptico".
La exploración de planetas en remoto
La exploración de planetas del sistema solar constituyó otra dimensión del proyecto. En un documento recientemente desclasificado por la CIA se detalla acerca de un experimento de 'visión remota' realizado en 1984. Este consistió en pedirle a un psíquico que describiera su visión acerca de cómo era Marte hace un millón de años.
Tras hacer uso de sus supuestas habilidades psíquicas, el entrevistado le contó al encargado del experimento que había visto grandes estructuras piramidales y monumentos antiguos que parecían haber sido construidos artificialmente.
En cierto momento, el psíquico aseguró haber visto humanoides altos y delgados, que parecían estar en una especie de hibernación o animación suspendida. Asimismo, dijo que esos individuos se vieron obligados a vivir debajo de la tierra debido a los cambios ambientales, como tormentas violentas.
Cierre del proyecto y evaluación de sus resultados
En 1995, cuando la Guerra Fría ya había terminado, se decidió cerrar el proyecto. Expertos del Instituto Estadounidense de Investigación hicieron valoraciones contradictorias de sus resultados. Si bien se observó que en un determinado porcentaje de casos hubo aciertos, los psicólogos que evaluaron el proyecto resaltaron que muchas de las predicciones eran de carácter general y se alejaban del objetivo.
Según Ray Hyman, profesor de psicología de la Universidad de Oregón, que evaluó el proyecto, los resultados de cientos de experimentos pueden parecer estadísticamente convincentes, pero "las desviaciones estadísticas inexplicables del azar distan mucho de ser pruebas convincentes". En consecuencia, se recomendó el cierre del experimento.
A pesar de que los resultados del proyecto han sido cuestionados, la fe en las capacidades psíquicas persiste entre los ciudadanos de EE.UU. Así, según una encuesta de Pew Research de 2017, 41 % de los estadounidenses creen en los poderes psíquicos y la telepatía.