El café es la segunda bebida más popular del mundo, solo detrás del agua, con más de 2.000 millones de tazas consumidas diariamente. Aunque algunos lo endulzan para suavizar su sabor amargo, los expertos alertan que este hábito puede superar fácilmente los límites de azúcar recomendados, poniendo en riesgo la salud.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que los adultos limiten su consumo de azucares añadidos a 25 gramos diarios, lo que equivale aproximadamente a seis cucharaditas. Los especialistas advierten que añadir dos cucharaditas de azúcar a cada café y tomar tres o cuatro tazas al día puede hacer que se alcance o supere dicha cantidad.
Asimismo, resaltan que, más allá del "subidón" energético inicial, el azúcar puede contribuir al aumento de peso, mayor riesgo de diabetes y problemas cardíacos a largo plazo. Además, muchas bebidas que se venden en cafeterías ya contienen azúcar añadida en forma de jarabes o sabores, lo que incrementa su ingesta sin que el consumidor se dé cuenta.
Ante esta situación, se aconseja disminuir una cucharadita de azúcar o remplazar la mitad por un edulcorante natural. Los especialistas sugieren alternativas como miel, azúcar morena o jarabe de arce para endulzar el café sin excederse. También se puede usar stevia sin calorías o prescindir del azúcar, agregando canela, nuez moscada o vainilla para realzar el sabor de esta bebida.
La cantidad exacta de azúcar depende del café
No todas las tazas de café requieren la misma cantidad de azúcar, ya que depende del tipo de bebida. De acuerdo con los expertos, el café negro es potente y directo, por lo que no necesita ser endulzado, mientras que el café de filtro intenso puede necesitar un toque de azúcar.
Al mismo tiempo, mencionan que los capuchinos y los 'lattes' ya aportan dulzor natural gracias a la leche, por lo que una pequeña cantidad de azúcar suele ser suficiente. En cambio, el café frío, por su sabor más suave, rara vez necesita azúcar adicional.
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