El caso de Michelle Martinko, apuñalada 29 veces antes de Navidad y cuyo asesinato tardó décadas en resolverse

Michelle Martinko fue encontrada dentro de su coche en las afueras de un centro comercial de EE.UU. en 1979. El agresor no se llevó sus pertenencias y el cuerpo no presentaba signos de violencia sexual.

Días antes de la Navidad de 1979, el cuerpo de una joven de 18 años fue hallado tendido en un charco de sangre dentro de un coche, en el estacionamiento de un centro comercial de Iowa (EE.UU.). La escena desconcertó a los investigadores, y no fue hasta décadas después cuando surgieron nuevas pruebas que condujeron finalmente al arresto del agresor.

Michelle Martinko se dirigió al centro comercial Westdale de Cedar Rapids el 19 de diciembre de aquel año para comprar un abrigo, pero nunca regresó a su hogar. "Estaba nerviosa por ir sola al centro comercial", relató una amiga de la víctima al programa '48 Hours', emitido en diciembre de 2023. "Le había dicho a alguien que sentía que la estaban siguiendo", agregó.

Brutal crimen en vísperas de la Navidad

Al día siguiente, los agentes encontraron su cuerpo ensangrentado en el asiento del acompañante del vehículo. La joven presentaba múltiples cortes en la cara y el cuello, así como heridas en las manos. Posteriormente se determinó que había recibido 29 puñaladas en total y que murió desangrada en el lugar. El agresor no se llevó sus pertenencias y el cuerpo no presentaba signos de violencia sexual.

Al comienzo, familiares sospecharon que un exnovio de Martinko podría estar detrás de lo ocurrido. No obstante, la expareja tenía una coartada y ninguna evidencia lo vinculaba con el crimen. Así, el caso quedó en el olvido por varias décadas, mientras el asesino seguía en libertad.

No fue hasta 2006 que un detective descubrió que se habían enviado muestras de sangre extraídas de la palanca de cambios del coche para su análisis pero nadie hizo un seguimiento adecuado. Pruebas posteriores arrojaron que la sangre en la palanca y en el vestido de la joven presentaban ADN masculino.

¿Cómo se llegó al asesino?

Una década más tarde, los investigadores lograron identificar a nuevos sospechosos gracias a la genealogía genética, una técnica que compara el ADN hallado en la escena del crimen con perfiles subidos voluntariamente a bases de datos.

Gracias a un pariente lejano cuyo ADN figuraba en la base de datos, las autoridades dieron con tres hermanos de Manchester (Iowa). En secreto, los agentes recolectaron muestras genéticas de una pajita (sorbete) descartada por uno de ellos, identificado como Jerry Burns, que coincidieron con las halladas en la escena del crimen.

Finalmente, la Policía arrestó a Burns en 2018, en el 39.º aniversario del asesinato de Martinko, y lo acusó de asesinato en primer grado. En 2020 fue declarado culpable y condenado a cadena perpetua.

"Michelle jugó un papel crucial en la identificación de su propio asesino", declaró John Stonebraker, cuñado de la víctima. "Luchó con tanta fuerza que logró desviar el cuchillo del asesino, quien se apuñaló a sí mismo, dejando la sangre que lo atrapó", explicó, al referirse a las heridas halladas en las manos.

Burns, que se declaró inocente, apeló posteriormente la sentencia, alegando que los investigadores habían violado sus derechos constitucionales al recolectar su ADN en secreto. Sin embargo, tres años después, la Corte Suprema de Iowa rechazó la apelación y dejó firme la condena.