La fiscal Velia Begazo ha abierto una investigación preliminar del caso tras recibir una denuncia presentada por el Ministerio de Cultura peruano. Begazo inspeccionó la zona colindante a la figura arqueológica del Colibrí de las líneas de Nazca, en la que "se detectaron daños irreparables, en un área de 1.600 metros cuadrados".
Según Greenpeace, en la acción intervinieron activistas de Alemania, Argentina, Austria, Brasil, Chile, España e Italia. Los implicados (según la información preliminar, 12 personas), "habrían incurrido en un delito contra el patrimonio cultural", para el que se contemplan penas de hasta ocho años de cárcel, informa el diario peruano 'ABC'.
"Hemos podido apreciar dos mensajes, uno explícito; pero había uno más grande implícito: la falta de respeto a nuestro patrimonio cultural y a las leyes peruanas", dijo Humala.
Protest image at the Nazca Lines, Peru, today. Full picture > //t.co/Ss19i0uOTp#COP20pic.twitter.com/KTfLbOrAaT— Greenpeace (@Greenpeace) December 8, 2014