Exrecluso de la CIA: "Cuando te torturan puedes confesar cualquier barbaridad"
En su entrevista para RT, Moazzam Begg ha hablado sobre las torturas que los agentes de la CIA aplicaban a los presos en los campos de detención con el objetivo de obtener las declaraciones necesarias para sus informes. "Vi un informe de la CIA en el que se decía que la información obtenida durante una de las sesiones de torturas a las que me sometieron les había ayudado a dar con la pista de un miembro de Al Qaeda operativo en el Reino Unido. La verdad es que no tengo ni idea de qué aspecto tenía ese hombre, todo lo que decía lo decía para que me dejaran en paz", afirma el Begg.
"Tenía las manos atadas a las piernas por detrás de mi espalda mientras ellos me pinchaban y me golpeaban; me cubrieron la cabeza con una capucha y una mujer estaba gritando en otra habitación. Me decían que la que estaba gritando era mi mujer y que si no colaborara con ellos la matarían. Así me hicieron 'colaborar' y me obligaron a hacerles un retrato robot de una persona que apenas conocía. Eso me pasó a mí como les pasó a muchos otros", recuerda el exrecluso.
Moazzam Begg fue puesto en libertad sin que se le presentara ninguna denuncia tres años después de su encarcelación, al principio en la prisión de Bagram (Afganistán) y después en el campo de detención estadounidense de Guantánamo. Actualmente Begg reside en el Reino Unido y lucha por los derechos de los presos.