"Nuestros países son vecinos y no pueden no cooperar. Pero desde ahora esta cooperación será racional y pragmática, podemos decir que será 'europea'. Rusia tiene la intención de seguir estrictamente sus intereses nacionales y los defenderá firmemente, como lo haría con cualquier otro socio. Construyendo relaciones en este nuevo entorno, dejamos a un lado emociones y 'sentimientos de familia'. No vamos a mantener la economía ucraniana. No nos resulta rentable. Y, francamente, estamos cansados", escribió el jefe del Gobierno ruso en su artículo para 'Nezavísimaya Gazeta'.
Si el Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la UE entra en vigor en la forma en que se firmó, el deterioro de las relaciones con Rusia es inevitable, dijo Medvédev: "Según algunas estimaciones, la economía ucraniana perderá anualmente por lo menos 33.000 millones de dólares. Rusia protegerá los intereses de sus productores y mercados".
Según Medvédev, Ucrania no debe esperar que sus relaciones con la UE terminen en una boda: "La UE no tiene ninguna prisa por invitar a Ucrania a la mesa de las potencias europeas como a un socio igual. Ni siquiera le pone un asiento supletorio. La conserva deliberadamente como a la 'Pobre Liza' de la literatura rusa: le propone citas, pero nunca le propone matrimonio".
"La mejor manera de demostrar que Rusia siempre ha respetado a Ucrania como Estado soberano es el reconocimiento de su derecho a la elección que hizo. Pero Ucrania tiene que recordar que cualquier elección es ante todo una gran responsabilidad […]. Si ustedes quieren vivir 'como en Europa' aprendan a pagar las cuentas, para empezar, las cuentas con Rusia", escribió Medvédev.
Subrayó que Rusia nunca ha utilizado factores económicos para resolver las cuestiones políticas.