Algunas chicas toman esta decisión en busca de aventuras y otras esperan encontrar un marido entre los islamistas, pero todas ellas están seguras de que la 'yihad sexual' les abre las puertas del paraíso.
En 2013, medios de todo el mundo difundieron la historia de Rawan Qadah, una chica de 16 años a la que su padre, que compartía las ideas de los islamistas radicales, envió a la yihad sexual en Siria. Pero la realidad resultó más dura de lo que creía. De acuerdo con la chica (que finalmente puso escapar y fue salvada por solados sirios), se convirtió en una esclava sexual y llegó a ser violada por hasta siete islamistas diariamente. Sin embargo, aquello fue solo el inicio, según un artículo analítico del portal informativo ruso Lenta.
El romanticismo de la yihad
En 2013, Mohammed al Arifi, un predicador wahabí saudí, exhortó a las chicas sunitas a participar en la yihad sexual ('yihad al-nikah') en Siria para ayudar a aliviar la frustración sexual de los rebeldes que luchan contra el Gobierno de Bashar al Assad.
El llamamiento del jeque, que tenía aproximadamente nueve millones de seguidores en Twitter, fue obedecido por cientos de chicas de todo el mundo. El reclutamiento de 'activistas' dispuestas a casarse con terroristas del Estado Islámico se produce principalmente a través de Skype y redes sociales.
La campaña yihadista también la llevan a cabo las hermanas y esposas de extremistas en diversos círculos universitarios de todo el mundo. Así, una chica tunecina admitió que asistió a cursos gratuitos sobre el islam en el instituto y contó que un extranjero ofreció a las estudiantes la posibilidad de viajar a Siria para "convertirse en mártires de la causa de dios e ir al cielo".
"Sentí que me afectaba directamente. Fue increíble, al igual que en una película de Hollywood", reconoció Clémence, una desempleada francesa de 32 años.
Los primeros en hacer sonar la alarma fueron los medios tunecinos. En septiembre de 2013, el Ministro del Interior del país norteafricano, Lotfi Ben Jeddou, anunció que algunas chicas del país viajaban a Siria, donde mantenían relaciones sexuales "con 20, 30 y hasta 100 islamistas en nombre de la yihad, y luego vuelven a casa embarazadas". Medios tunecinos informaron que más de mil mujeres viven en un 'campamento sexual' cerca de la ciudad de Idlib, en el noroeste de Siria.
En la revista tunecina 'Al Mijhar' se publicó un artículo titulado "Me prometieron paraíso, y me entregué a 152 hombres".
La otra cara del paraíso yihadista
El islam prohíbe la infidelidad y la prostitución. Pero las relaciones sexuales con una mujer no contradicen el Corán, con lo cual los militantes islamistas contraen matrimonios temporales, llamado 'misyar' por los sunitas.
Pero no todas las condiciones del matrimonio temporal se cumplen durante la yihad sexual. Un niño nacido de un matrimonio temporal se considera legítimo y tiene los mismos derechos que los hijos de un matrimonio permanente. Sin embargo, las mujeres que quedan embarazadas durante la yihad sexual y regresan a sus países se ven obligadas a mantener a sus hijos sin ninguna ayuda económica del padre.
En la yihad sexual participan chicas tanto de familias humildes como ricas de todo el mundo. Según los psicólogos, viajan a Siria "en busca de aventuras, amor y de un sentido para sus vidas". Algunas huyen de la presión de sus familias, otras buscan proteger la ideología de los islamistas, y también hay muchas que ven la yihad como una manera de encontrar un cónyuge.