Hoy en día la mayoría de los países europeos cuentan con bases estadounidenses. El Mando Europeo de EE.UU. tiene 64.000 soldados y oficiales distribuidos por 21 bases y decenas de lugares auxiliares menores.
La táctica es sencilla: EE.UU. induce a Europa a dejar de mantener sus fuerzas armadas al nivel necesario para resistir a una agresión potencial y delegar a EE.UU. todos los asuntos de seguridad contra amenazas exteriores.
"Muchos de los países europeos, en particular los nuevos miembros de la UE, como Polonia, Rumania y Hungría lo aceptaron con entusiasmo poniéndose una soga en el cuello", señaló el portal 'Moe Online'. "Ahora si algunos de ellos desobedecen, recibirán un golpe con el garrote que debía protegerlos", agregó.
Revoluciones de color
No es ningún secreto que los esfuerzos de cualquier Gobierno para desafiar la política de EE.UU. se traducen inmediatamente en revoluciones de color en sus territorios.
Desde 1953 EE.UU. ha organizado al menos 80 golpes de Estado, tanto exitosos como fracasados, en varias partes del mundo.
La UE está al tanto de esta estadística y entiende que Washington la tiene bien atada en corto y que podrá liberarse únicamente cuando EE.UU. se debilite. No se debe olvidar de que no solo los Gobiernos europeos, sino también las fuerzas de oposición, se alimentan de la mano estadounidense, concluye el portal.