En un primer nivel, el Estado Islámico tiene un "cierto atractivo ideológico" cuando afirma que representa las fuerzas del islam "verdadero", admite el analista estadounidense Max Boot en un artículo publicado por la revista 'Commentary'. No obstante, añade Boot que este atractivo solo existe para una pequeña minoría de musulmanes que viven lejos de las realidades del EI.
Por el contrario, el autor opina que el verdadero motivo que atrae a tantos simpatizantes al grupo terrorista es que ha conseguido "convertirse en el defensor principal de los intereses de los suníes" en oposición a los chiíes.
Y esta razón no va a evaporarse por las "campañas de propaganda estadounidenses que vituperan al EI por sus atrocidades" o apoyando a unos musulmanes moderados que aseguran que los yihadistas no hablan en nombre de la religión de Mahoma, expresa Boot.
"La única manera de disipar el atractivo central del EI es mostrar que los suníes pueden ser protegidos" sin tener que adherirse el EI. No obstante, en la práctica ocurre lo contrario, y la Administración de Obama "hace bien poco para ayudar a los suníes que, en teoría, podrían lanzar un nuevo despertar para derrocar al EI". EE.UU. debe empezar a "actuar para movilizar una rebelión suní contra el EI con garantías de que los derechos de las comunidades suníes serán respetados una vez derrocado el EI", afirma el analista.