El refugio subterráneo, situado bajo una cancha de tenis, incluye un gimnasio y una lavandería para ser usada como "sala de descanso de personal" con dos dormitorios, conforme al permiso del organismo supervisor de obras, obtenido por el portal 'Radar Online'.
El búnker en la mansión, comprada en el 2007 por 35 millones de dólares, corresponde a la obsesión con el fin del mundo, en particular con el holocausto nuclear, típica de la cienciología, la religión de Cruise.
"Cuando algo se cae, saben que necesitarán un lugar para esconderse", comentó Marc Headley, quien pasó 15 años en la sede internacional de la Iglesia de la Cienciología, cerca de Los Ángeles (California, EE.UU.).