El futuro del proyecto Keystone XL todavía debe ser determinado por el Congreso y el presidente, informó la agencia Bloomberg.
Esta semana Barack Obama prometió vetar el proyecto de ley que aprueba el controvertido oleoducto Keystone XL si consigue el respaldo del Congreso.
Obama siempre se ha mostrado crítico con el proyecto, del que a finales del año pasado afirmó que beneficiará principalmente a las petroleras canadienses y no contribuirá a reducir los precios de la gasolina.
Obama había suspendido avances en el proyecto mientras en Nebraska estaba pendiente de la demanda de tres propietarios, obligados a vender su tierra para el proyecto.
El oleoducto Keystone XL transportaría 800.000 barriles de crudo diariamente desde Canadá hasta el golfo de México, y los promotores de esta iniciativa prometen grandes beneficios para las refinerías estadounidenses. Sin embargo, también podría causar daños irreparables al medio ambiente, según denuncian los ecologistas.