La agencia TASS ha querido ilustrar con esta infografía la cooperación técnico-militar entre Rusia y Venezuela. Los primeros acuerdos entre la empresa estatal rusa Rosoboronexport y el ministerio de defensa de Venezuela fueron firmados en 2005.
Según el director de la empresa rusa, Anatoli Isáikin, Venezuela actualmente es el primer importador de armas de producción rusa entre los países de América Latina. En octubre del 2013 los contratos se cifraron en un total de 11.000 millones de dólares.
En 2005 el ejército venezolano recibió 100.000 metralletas Kaláshnikov AK-103 que sustituyeron a los fusiles belgas que venían siendo utilizados desde los años 50. Venezuela espera finalizar la construcción de la fábrica de los AK-103 en 2015.
En abril del 2006 Rusia empezó a suministrar a Caracas helicópteros rusos Mi-26, Mi-35 y Mi-17. En total, Venezuela recibió 53 aparatos entre 2006 y 2009.
En 2008 Rosoboronexport suministró 24 cazas furtivos Sukhoi Su-30MK2 por 1.500 millones de dólares. El mismo año Rusia empezó a suministrar a Venezuela complejos de defensa antiaérea Tor-M1 por valor de 290 millones de dólares. En abril de 2014 la ministra venezolana de Defensa, Carmen Meléndez Rivas, anunció que su país estudiaba la posibilidad de adquirir más aviones Sukhoi.
En septiembre de 2009 Rusia prestó 2.200 millones de dólares a Venezuela para la compra de técnica militar rusa. Con este dinero la nación latinoamericana ordenó 11 complejos de defensa antiaérea Pechora-2M, dos complejos S-300VM y tres Buk-M2EK. El mismo año, según el registro de armas convencionales de la ONU, Venezuela recibió 1.800 unidades del sistema de defensa antiaérea portátil Igla-S. Además, Venezuela utilizó el préstamo para comprar 92 tanques T-72B1V, lanzacohetes BM-21 Grad y BM-30 Smerch.