Uno de cada cinco estadounidenses recibía cupones de alimentación en 2012 en el marco del programa asistencial de nutrición suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés). Aunque la situación mejoró tras la caída del desempleo, se espera que haya menos participantes del SNAP en 2016, ya que el Gobierno está cambiando su política hacia la población con más necesidades.
Según un análisis del centro de prioridades del presupuesto y política (Center on Budget and Policy Priorities), en 2016 varios millones de personas no tendrán el acceso a los cupones bajo el SNAP. Mientras la economía de EE.UU. se recupera y el paro está fuera de niveles críticos, el Gobierno planea imponer un límite de tres meses para el uso de los cupones.
Sin embargo, pese a la mejora de la economía, millones de ciudadanos estadounidenses siguen sufriendo del paro de larga duración. En 2011 'The New York Times' reveló que empleadores en EE.UU. preferían dar trabajo a personas que pasan menos tiempo en el paro.
El Gobierno no permitirá que los Estados extiendan el límite de tres meses para usar los cupones, lo que podría privar a la gente de una importante fuente de ayuda.