Una encuesta realizada por 'The Washington Post' tras la revelación de documentos clasificados sobre las torturas de la CIA a presuntos terroristas establece que un 68% de los evangelistas blancos cree que "la tortura de presuntos terroristas" puede estar justificada "a menudo" o "en cierto modo". Un porcentaje en la línea del de los católicos blancos (68%) y los protestantes (63%) que también la justificarían, mientras el 41% de los ateos secundarían esta afirmación.
Citado por 'The Daily Beast', el escritor estadounidense Jay Michaelson establece cuatro razones por las que se pueden deber estas diferencias:
Hipocresía: Para los progresistas, esta puede ser la respuesta más persuasiva. ¿Al que te hiera en la mejilla, preséntale también la otra (Lucas 6:29) y quien esté libre de pecado que tire la primera piedra (Juan 8:7)? Jesús dijo "ama a tus enemigos" (Mateo 5:44) en relación a los adversarios, no instó a hacerles 'waterboarding' (táctica de ahogamiento empleada por la CIA).
La religión es el mal: Esta es la razón favorita de la corriente neoateísta, y establece que especialmente los cristianos son sistemáticamente "malos". Se basa para demostrarlo en evidencias como las torturas de la Inquisición, los abusos de poder, la misoginia y la homofobia entre otros.
Republicanismo: Como halló la escritora Sarah Posner, el porcentaje de evangelistas blancos que apoya la actividad de la CIA era afiliado al Partido Republicano estadounidense. Además, el 75% de los protestantes blancos que justifican las torturas eran republicanos.
Justicia moral: La palabra "moralidad" tiene un significado diferente en función de la persona o colectivo. Para los conservadores incluye no sólo la minimización del daño y la promoción de la igualdad, sino valores como la lealtad y el respeto a la autoridad. De esta forma puede producirse que, mientras los liberales estén furiosos porque se permita la tortura a un ser humano, los conservadores estén indignados porque ese individuo en concreto haya intentado atentar en suelo estadounidense.