Los ataques se produjeron en el área alrededor de la ciudad de Samarra y el río Tigris. Poco después la Infantería iraquí realizó otro ataque, que dejó al menos 45 yihadistas muertos.
A inicios de este mes el Estado Islámico había rodeado Samarra, que a pesar de ser una ciudad predominantemente sunita, es el hogar de uno de los sitios más sagrados de los chiitas: el santuario Al-Askari.
En el 2006 la mezquita de Al-Askari fue destruida parcialmente tras un ataque de Al Qaeda, acto que es considerado como uno de los principales hechos que desencadenaron la posterior violencia sectaria en esa región.