"Nuestra capacidad de provocar cambios en Corea del Norte es limitada. Tienen un ejército de un millón de personas equipado con tecnologías nucleares y misiles. Nuestra respuesta no puede ser una solución militar", confesó Obama, según recoge 'The Washington Post'.
El presidente reconoció, además, la imposibilidad de lograr resultados a través de la presión económica. "No nos han quedado muchas sanciones por aplicar", admitió. Sin embargo, Obama se mostró convencido de que hay solución al problema: desde su punto de vista, la estrategia más eficaz será librar una guerra propagandística que tenga Internet como arma.
"Con el tiempo, la información termina filtrándose y trae cambios. Estamos constantemente buscando la manera de acelerarlo. Con el tiempo, Internet penetrará en este país y el régimen colapsará", aseveró Obama.
Mientras tanto, los expertos destacan que todo lo que dice EE.UU. sobre Corea del Norte es una campaña de desinformación mediática y que el país no dudará en lanzar un ataque nuclear contra el país asiático.