Un artículo publicado hace una semana en la revista analítica estadounidense 'The National Interest' pretende poner de relieve los cinco tipos de armas que China puede desarrollar en corto, medio y largo plazo.
China, la economía más fuerte del mundo, necesita sistemas para asegurar sus fronteras, garantizar la defensa de sus rutas comerciales y potencialmente desafiar a EE.UU.en el Pacífico occidental.
Para la elaboración del listado de armas de Robert Farley, profesor de la Escuela de Diplomacia y Comercio Internacional Patterson, se ha prestado atención a los sistemas que faciliten a China estas tareas, con el foco puesto en las armas análogas que otros países ya tienen o están desarrollando.
Portaaviones de propulsión nuclear
La aviación naval china se ha desarrollado de manera impresionante desde la puesta en servicio del portaaviones de propulsión convencional Liaoning.
La Marina china ha hecho un buen trabajo con los J-15, un clon del Su-33 ruso, así como con varios aviones de apoyo. En el corto y medio plazo podemos esperar que China saque adelante la construcción de portaaviones de propulsión convencional, actualmente en los astilleros, al parecer un par de buques tipo 089, aunque las estimaciones varían. Estas naves proporcionarán a la Armada china una capacidad de despliegue operacional de la aviación naval y una experiencia en mantenimiento y realización de operaciones de grupos de portaaviones.
En el futuro, sin embargo, China puede tener necesidad de defender sus intereses en el océano Índico, sobre todo en el contexto de la posición de ventaja de las fuerzas navales indias desplegadas a lo largo de las rutas energéticas chinas. Para disponer de fuerza de portaaviones a largo plazo, China tendría que pensar en buques de propulsión nuclear. China, con un menor número de bases en comparación con EE.UU., tendrá que reducir las necesidades logísticas de sus fuerzas de portaaviones tanto como sea posible.
Submarinos de propulsión nuclear armados con misiles de crucero
Durante la Guerra Fría, la Unión Soviética desarrolló un tipo de submarino de ataque nuclear pensado para lanzar ataques con misiles de crucero contra grupos navales y portaaviones de EE.UU. Más tarde, los misiles de crucero instalados en submarinos ampliaron su ámbito de actuación para atacar objetivos en tierra.
Antes del final de la Guerra Fría, EE.UU. rediseñó sus 688 submarinos de ataque para llevar misiles de crucero Tomahawk en tubos de lanzamiento verticales. La Marina estadounidense también modificó cuatro de sus submarinos estratégicos clase Ohio para lanzar misiles de crucero.
El Ejército Popular de Liberación chino ha desarrollado una increíble variedad de misiles de crucero diseñados para lanzamientos desde tierra, aire, superficie acuática y subsuelo. Y por cierto, la Armada china ya ha empezado a equipar sus submarinos nucleares de ataque para lanzar misiles de crucero. El submarino tipo 093B puede llevar un sistema de lanzamiento vertical de 24 lanzadores, y también se espera que las mismas instalaciones estén en los sumergibles Tipo 095.
Los grandes submarinos de ataque chinos podrían amenazar con misiles de crucero tanto a buques estadounidenses como a instalaciones en tierra, y también podrían servir de plataforma para el despliegue de los equipos de fuerzas especiales, o como naves nodrizas para drones subacuáticos.
Drones de superioridad aérea
Aunque el Ejército chino ha dedicado considerable atención al desarrollo de la tecnología de aviones no tripulados, no ha desplegado un gran número de drones.
En el futuro próximo China debería incrementar la producción y puesta en servicio de aviones no tripulados de vigilancia, como BZK-005 Giant Eagle, Chengdu Sky Win III, o Guizhou Soar Eagle, que le permitiría mantener una presencia sobre territorios insulares en disputa con sus vecinos y proporcionaría información al sistema de reconocimiento y ataque.
A más largo plazo, China debe considerar el desarrollo de vehículos aéreos no tripulados autónomos de superioridad aérea. Mientras las complicaciones asociadas con los drones de superioridad aérea autónomos siguen siendo significativas, el costo de la nueva generación de aviones de combate tripulados podría resultar demasiado alto incluso para China y Estados Unidos.
Por supuesto, el contexto legal de los drones autónomos, no operados externamente, sigue siendo nebuloso. Los drones de este tipo requieren un alto grado de autonomía debido tanto a la amenaza de perturbación electrónica como a los fallos de comunicación. Pero China puede desempeñar un papel productivo (o improductivo) en la formulación y adopción de las leyes internacionales que regulen el uso de sistemas de armas autónomas.
Los buques de control de mar
La Armada china ha tenido un gran éxito con sus buques de asalto anfibio Tipo 071. Uno de estos buques realizó recientemente una visita de buena voluntad al Reino Unido.
Si China está dispuesta a mantener y aumentar su capacidad de amenazar a Taiwán con la invasión, además de capturar y controlar las islas en disputa en el mar de China Oriental y el mar de China Meridional, requerirá más buques como este.
En el futuro, China podría seguir adelante con la idea de disponer de una flota anfibia. Grandes buques anfibios clase Canberra australiana o Izumo japonés podrían mejorar las capacidades anfibias de la Armada china y cumplir otras funciones. Estos buques podrán proporcionar a China capacidad antisubmarina, algo que la Armada nacional necesita perentoriamente, y una presencia local cuando sus grandes portaaviones estén ocupados.
Transporte aéreo pesado
China está a punto de dar dos grandes pasos en capacidad de transporte aéreo. Hasta hace poco, el Ejército chino disponía de viejos y obsoletos aviones de transporte de la era soviética que no respondían a sus crecientes necesidades.
Esta situación está empezando a cambiar. Por un lado, el desarrollo de Shaanxi Y-9 promete proporcionar al Ejército chino una aeronave similar a la C-130 de EE.UU. Por otro lado, China está dispuesta a hacer un gran movimiento en transporte aéreo pesado con la aeronave Y-20. Con reminiscencias de aviones tan grandes como el C-17 Globemaster o Antonov Аn-124 Ruslan u otros, los Y-20 podrían ofrecer a las Fuerzas Armadas chinas una fuerte capacidad de transporte aéreo pesado.