Los analistas están convencidos de que el régimen actual ha creado a sus propios "sepultureros"futuros con sus irresponsables acciones. Algunos pronostican el 20 de febrero —celebración del golpe de Estado— como la posible fecha de inicio de la tercera revolución de Maidán.
"Graves errores en la guerra en el este, el equipo no profesional formado alrededor de Poroshenko, el sistema bancario que se está destruyendo por los juegos especulativos con el tipo de cambio de la grivna, la corrupción imparable además de una tensión interna por la línea Yatseniuk–Poroshenko están creando un escenario extremadamente peligroso y arriesgado para Ucrania", escriben los medios ucranianos citados por el portal del Fondo de Cultura Estratégica.
De acuerdo con los expertos, los principales candidatos que podrían convertirse en autores de una nueva revolución son formaciones de la Guardia Nacional y de la Defensa Territorial que se sienten traicionadas por Kiev. El régimen ucraniano deliberadamente unió a activistas de Maidán en estos batallones enviándoles a los lugares más tensos esperando que no regresaran vivos.
También consideran los analistas que Andréi Parubiy, excomandante de Maidán, además de exsecretario de la Seguridad y Defensa Nacional y actual vicepresidente de la Rada Suprema (Parlamento de Ucrania), podría ser uno de los posibles nuevos golpistas. A finales del año pasado sufrió un intento de asesinato, en el cual podría estar involucrada la Oficina de Seguridad Estatal que encabeza el compañero leal del presidente Valeri Geletey. La factura por este intento de asesinato se le pasaría a Poroshenko.
La posibilidad real de una amenaza de golpe militar en Ucrania la demuestran también las acciones febriles de las autoridades para prevenirlo. En particular en la administración presidencial se tiene previsto crear una policía militar que cuente con unas 25.000 personas que sirvan de respaldo al régimen de Poroshenko.