Tras la inspección de las labores de construcción desde el aire, Kim Jong-un aterrizó para continuar a pie de obra. El proyecto ''exhibe el nivel de civilización del pueblo coreano y el poder mental del Ejército y del pueblo", insistió el líder del país ante los periodistas que le acompañaron.
Kim Jong-un calificó el sitio de "magnífico y espectacular" y pronosticó que convertirá Piongyang en "una ciudad de clase mundial que será envidiada por todo el mundo". La construcción del nuevo barrio es una de las fases del programa norcoreano para impulsar la ciencia y tecnología del país.
El corazón de la nueva zona será la calle Mirae, 'futuro', y su complejo residencial de unos 500 hogares. Sus primeros habitantes serán profesores de la Universidad Tecnológica Kim Chaek, especializada en investigación nuclear. De acuerdo con los planes publicados, la calle incluirá también toda la infraestructura urbana necesaria: centros médicos, peluquería, restaurantes, tiendas, una biblioteca, etc.