Analista: "La fuerza del EI está en sus enemigos"

El Estado Islámico, que se ha convertido en una de las principales amenazas para el mundo, tiene todas las posibilidades de hacerse aún más fuerte y "formar un cuasiestado", lo que se debe, en primer lugar, a la discordia entre sus enemigos, advierte el presidente del Instituto ruso de Oriente Próximo, Yevgueni Satanovski.

A pesar de todas sus declaraciones, los esfuerzos de los "vecinos" del EI no están dirigidos a la destrucción del grupo terrorista, sino a la "seguridad de sus fronteras y, como máximo, al apoyo de sus aliados", opina el presidente del Instituto ruso de Oriente Próximo, Yevgueni Satanovski, en el semanario 'VPK'. A su juicio, a la primera oportunidad que tengan los países de la región "dirigirán a los militantes del EI contra sus propios oponentes".

A juicio del autor, a Arabia Saudita no le interesa el "genocidio de chiitas, yazidíes y cristianos en Siria e Irak", y Riad solo "aplaude" las acciones de la organización terrorista contra el Ejército de Bashar al Assad o las fuerzas chiitas del Líbano e Irak, que cooperan con Teherán.

Por otro lado, la propia monarquía del Golfo, con su dictadura y la política religiosa radical, es una "cantera de talento ideal para el Estado Islámico", que ya tiene bastantes simpatizantes dentro del reino saudita, recuerda el analista ruso.

Asimismo, sostiene Satanovski, la situación existente en relación al EI es fruto de la confrontación entre Catar y Arabia Saudita, los principales patrocinadores del terrorismo islamista. "El EIIL (más tarde EI) se puede considerar como un grupo escindido de Al Qaeda, que fue utilizado por Catar contra Arabia Saudita", explica el experto.

Otro problema en la lucha contra el EI tiene que ver con Turquía, que, aunque "formalmente esté en la coalición antiislamista creada por EE.UU., en realidad usa el EI contra los kurdos sirios en la ciudad de Kobani".

Además, según el autor del artículo, cualquier enemigo de Damasco, incluido el EI, "como mínimo, no es enemigo de Ankara", por lo menos mientras "sus tropas ataquen a los opositores de Ankara y no intenten invadir territorio turco".

"Ello explica la pasividad del Ejército turco, en el que depositaba sus esperanzas EE.UU. para poder limitar su confrontación con el EI a las acciones de la Fuerza Aérea, dando a sus aliados el derecho de llevar a cabo una sangrienta y arriesgada guerra terrestre".

En lugar de debilitar al Estado Islámico cortándole la fuente principal de sus ingresos, "Turquía de facto se ha convertido en el canal principal de apoyo financiero a esta estructura terrorista militar", ya que sigue siendo "el comprador principal (directamente o a través del Kurdistán iraquí) del petróleo que los yihadistas lanzan al mercado mundial por precios 'dumping'".

"Otro factor alarmante en relación con el posible futuro del EI es la flexibilidad de su estrategia, que tiene en cuenta los errores de Al Qaeda", opita Satanovski. Estos han impedido a la organización fundada por Bin Laden lograr lo que ha conseguido el Estado Islámico, remata Satanovski.

Además, prosigue el autor, "desde el punto de vista de las relaciones públicas, el EI es un proyecto de clase mundial con un equipo profesional que se encarga de promover la imagen de la estructura".

Por último, por muchas contradicciones que los separen, los islamistas radicales, a diferencia de sus enemigos externos, (...) se unirán". "Las esperanzas de que los yihadistas se maten entre sí carecen de fundamento", concluye el analista.

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