En la grabación se puede ver cómo los militantes del Estado Islámico descubren las antiguas estatuas en el museo Ninawa, en Mosul, que pertenecían del imperio asirio, y luego las arrastran hasta el suelo donde caían en pedazos. Entonces, se puede observar a los yihadistas golpeando las esculturas de 3.000 años de antigüedad con mazas hasta que quedan completamente destrozadas.
Decenas de militantes recurrieron a mazas, picos y taladros para destruir todas las estatuas del museo, incluyendo la de una deidad protectora asiria con forma de toro alado, que databa del siglo IX antes de Cristo, informa 'International Business Times'.
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"Estas ruinas que están detrás de mí son ídolos y estatuas que la gente del pasado solía adorar en lugar de Alá", anuncia en un momento un yihadista. "Cuando Dios nos ordena retirarlas y destruirlas, se nos hace fácil e incluso no nos importa si cuestan millones de dólares", añade.
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