"No existe la neutralidad del Estado español en este conflicto, por lo que no pudimos ir contra ella. Sabemos que hay mercenarios españoles en las filas del Ejército ucraniano", dijo Héctor Arroyo, uno de los ocho detenidos, en una entrevista con la agencia RIA Novosti.
Sergio Becerra también señaló que "en el batallón Azov (de la Guardia Nacional ucraniana) hay españoles, pero no los han detenido porque son de su bando". Becerra y sus siete compañeros, acusados de participar en delitos de asesinato, tenencia de armas y explosivos, así como de violar la neutralidad de España, quedaron en libertad tras prestar declaración ante la Policía.
Por su parte, el Comité de Apoyo a la Ucrania Antifascista de Madrid criticó la posición del Gobierno español, que pretende aprobar una ley según la cual todos los voluntarios que participen en conflictos internacionales serán considerados terroristas.
"Si lee cuidadosamente el proyecto de ley, notará que los perseguidos serán solamente aquellos de izquierda (…) Si en España hay personas que no pueden observar tranquilamente cómo matan a la gente y quieren hacer algo, entonces deberían ser tratados como héroes y no perseguirlos como terroristas", dijeron representantes de la organización.