El Ministerio de Defensa ruso se vio obligado a excluir del programa estatal de armas las compras del avanzado avión de transporte militar An-70, desarrollado por la oficina de diseños ucraniana Antónov, informa el rotativo ruso 'Izvestia', citando fuentes anónimas del Ministerio.
Hasta aquí todo parece normal (o anormal), dada la situación de relaciones ruso-ucranianas. Pero es más, siguiendo el mal ejemplo de Francia, que no quiere entregar a Rusia los encargados y pagados buques clase Mistral (y uno de los actuales patrocinadores de Ucrania en su anhelo de ingresar en la UE), el nuevo y 'democrático' Estado ucraniano se niega a devolver a Rusia casi 50 millones de dólares ya pagados para desarrollar el proyecto del An-70.
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Se informa que el Ministerio de Defensa ruso está dispuesto a demandar a Ucrania ante los tribunales la devolución de 2.950 millones de rublos (unos 50 millones de dólares), ya invertidos en el proyecto.
Según un representante del Ministerio de Defensa ruso, la parte ucraniana congeló el desarrollo conjunto de la aeronave, pese al compromiso de Rusia de comprar 60 aeronaves de este modelo, y finalizó el desarrollo y pruebas del avión de forma independiente gracias a los fondos rusos.