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Analista de EE.UU.: Guía de 5 pasos para disponer de una armada de clase mundial

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Los analistas y los políticos especulan en torno al término 'flota de alta mar', y la página web de la revista estadounidense 'The National Interest' ofrece su versión de cómo ha de ser este fenómeno.
Analista de EE.UU.: Guía de 5 pasos para disponer de una armada de clase mundial

En términos generales, tener una marina de guerra de agua azul significa tener la capacidad de desplegar una operación naval en océano abierto, y apoyarla a gran distancia de las bases, afirma el analista de 'The National Interest', Robert Farley.

Tener una marina de guerra 'de aguas azules' significa que una nación tiene el potencial de desempeñar un importante papel en la escena internacional. De hecho, el desarrollo de una armada de aguas azules puede ser más complejo, costoso y útil que la construcción de un arma nuclear, afirma Farley, y sugiere su versión de cinco elementos indispensables para tal fuerza naval.

Submarinos

Una armada 'de aguas azules' necesita protección contra los submarinos enemigos. El medio más conveniente de esa protección es disponer de submarinos propios, ya sea diesel-eléctricos de largo alcance o submarinos nucleares.

Los submarinos nucleares tienen la ventaja de no requerir el repostaje de combustible al cumplir sus misiones formando parte de una agrupación naval, hecho que aumenta su capacidad.

Los submarinos también pueden proporcionar ojos a la flota, y pueden contribuir su porción a la capacidad de una flota de lanzar un ataque a tierra, puesto que disponen de sus propios medios de ataque, o sea misiles de crucero de ataque terrestre.

Logística

"¿Cuáles son los tres factores más importantes en el sector inmobiliario? Ubicación, ubicación y ubicación. ¿Cuáles son los tres elementos más importantes para tener una marina azul? Logística, logística y logística", enfatiza Farley.

Las marinas 'de aguas azules' han de tener la capacidad de asegurar el suministro y reposición a gran distancia de las bases. Esto incluye los alimentos, combustible, repuestos, municiones, y el tiempo de descanso para las tripulaciones.

En el aspecto técnico, las armadas requieren suficiente cantidad de naves de reabastecimiento, instalaciones de mantenimiento de aeronaves y barcos de reparación para mantener en funcionamiento los buques de guerra, además de capacidades de reabastecimiento en el mar. En el aspecto diplomático, cada flota de alta mar requiere mantener buenas relaciones con los puertos locales.

Apoyo aéreo

Desde la década de 1920, las armadas se han dado cuenta de la necesidad de la cooperación entre las fuerzas de superficie y aéreas. Las armadas de alta mar modernas requieren cierta capacidad de 'proyectar' su poder a través del espacio aéreo.

Dicha capacidad no requiere necesariamente un portaaviones, pero sí la capacidad de utilizar aviones para apoyar la defensa antiaérea de la flota, la guerra antisubmarina, las operaciones de búsqueda y rescate, así como el cumplimiento de misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento.

En otras palabras, las armadas de aguas azules necesitan, por lo menos, portaaviones ligeros para apoyar las misiones de gran alcance. Por supuesto, estas fuerzas también tienen que prestar atención a los sistemas de defensa antiaérea de la flota con base en tierra o en buques.

Medios de ataque

Con mayor frecuencia esto significa que necesitan opciones para llevar a cabo ataques contra objetivos terrestres. Las armadas modernas pueden resolver este problema con aviones, pero tal opción tiende a ser más cara en comparación con otros medios de ataque.

La opción más eficiente para lanzar un ataque son los misiles de crucero. Esta 'hacha de guerra' es el arma de ataque predilecta en el mundo en las últimas dos décadas, dado que hay varias armadas en el mundo capaces de lanzar ataques contra objetivos a gran distancia.

Experiencia

El requisito mínimo para una marina de aguas azules es la experiencia. Las armadas que operan durante mucho tiempo a grandes distancias de sus bases experimentan muchos problemas inesperados.

Un ejemplo clásico de una flota que tenía la arquitectura básica para llevar a cabo operaciones a largas distancias, pero fracasó, en gran parte, por la falta de experiencia, fue la Flota rusa del mar Báltico, derrotada por la Armada japonesa en 1905.

Para leer más acerca de este episodio de la guerra ruso-japonesa haga clic aquí.

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