Xochimilco es el único barrio del D.F. que conserva los canales que existían hace varios siglos, y cuesta creer que una ciudad que hoy en día alberga a más de 20 millones de personas fuera construida en su totalidad sobre un lago.
En 1325 los aztecas decidieron asentarse sobre el lago que había en esta zona, y fundaron la ciudad de Tenochtitlán, capital del imperio. Las ruinas de esta urbe ocupan parte del centro histórico de la capital, y aquella decisión de los aztecas está pasando hoy factura a los mexicanos.
"En los últimos 100 años […] podemos hablar de que el hundimiento ha sido aproximadamente de unos dos metros", explica Carlos Javier Gonzáles, director del Museo Templo Mayor. En el pasado, los conquistadores que llegaban a la ciudad construían sobre las ciudades anteriores, de manera que en el centro de México contamos hoy con tres capas de restos de civilizaciones: la prehispánica, la colonial y, por último, la moderna, que es la que se encuentra en la superficie en la actualidad.
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"Al producirse este hundimiento las construcciones prehispánicas que están abajo, por decirlo así, empiezan a empujar, a ejercer presión sobre las construcciones modernas, que se encuentran actualmente sobre la superficie […] y todo esto provoca problemas estructurales en muchos edificios", agrega Gonzáles.
Junto al Templo Mayor, se encuentra la Catedral, otro edificio gravemente afectado por el hundimiento de la ciudad. "Se ha medido que la zona de la catedral se ha hundido 12 metros. Es solo un edificio. Pero como se ha hundido todo el centro del valle junto, no se nota tanto y la infraestructura urbana se ha podido adaptar", comenta Celia Carreón Freire, investigadora del Centro de Geociencias de la UNAM.
Bajo la catedral hay estructuras prehispánicas sólidas, razón por la que las paredes han empezado a agrietarse. La solución que se dio al problema fue la de extraer el lodo y el agua que había bajo ella para que los restos prehispánicos dejaran de ejercer presión sobre la construcción.
"Nosotros el problema que tenemos en México es la extracción de agua, porque el 70% del agua que bebemos de consumo humano proviene del agua subterránea. Y ha habido una extracción excesiva durante muchos años, más de 50, de los mantos acuíferos", comenta la investigadora.
El hundimiento de la ciudad ha hecho estragos también en la basílica de la Virgen de Guadalupe, el centro mariano más visitado en América. La estructura está tan afectada que, a escasos metros de ella, se ha llegado a construir una basílica nueva para albergar a la virgen y a los peregrinos bajo un techo seguro.