Durante la toma del edificio los hombres armados rompieron varias ventanas, ocuparon oficinas de la empresa y bloquearon todas las salidas. El motivo de esta acción del empresario fue la destitución del exdirector de la compañía Ukrtransneft, Alexandr Lazorko, que según varias fuentes, protegía los intereses de Kolomoiski, una de las figuras más importantes de los negocios de Ucrania.
Aunque Ukrtransneft es el principal operador de oleoductos en Ucrania y es propiedad de la empresa estatal Naftogaz, el control real sobre Ukrtransneft era ejercido por Kolomoiski a través de la administración y Alexandr Lazorko en particular. Según la prensa rusa, su destitución fue causada por varias acusaciones de que Lazorko participó en la 'pérdida' de cantidades significativas de petróleo de oleoductos de la compañía.
Al lugar de los hechos se desplazó el ministro de Energía del país, Vladímir Demchishin, junto con varios diputados, en un intento de hablar con Kolomoiski. Después del encuentro, Demchishin afirmó que estos asuntos no se resuelven en un solo día, mientras que el oligarca se dirigió al Gabinete del presidente de Ucrania, Piotr Poroshenko, para abordar el tema de la gestión de la empresa.
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Kolomoiski, la tercera persona más rica de Ucrania, con una fortuna personal de 2.400 millones de dólares, ocupa el cargo de gobernador de la región de Dnepropetrovsk desde marzo del 2014. Está financiando a la Guardia Nacional ucraniana, que combate contra las autodefensas del este del país y cuenta con fuerzas armadas propias bien equipadas y un importante arsenal.