Según informa el periódico 'The Huffington Post', citando a la agencia AP, unos 440 diques se construirán en el noreste del país. La iniciativa está destinada a evitar una repetición del devastador tsunami del 2011, que paralizó el país y llevó a la catástrofe nuclear de Fukushima.
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El Gobierno anunció el proyecto, que más tarde ganó el apodo de 'La Gran Muralla de Japón', pocos unos meses después del desastre. Las obras ya están en marcha y se prevé que estén listas en unos dos años.
#Japan opts for massive, costly sea wall to fend off tsunamis //t.co/PeHdVWbsEV via @physorg_com#tsunamipic.twitter.com/QSZwaplO23— Blue Planet Society (@Seasaver) 22 Март 2015
De acuerdo con los medios locales, el costo total de la construcción podría superar los 6.800 millones de dólares. Sin embargo la cifra no es definitiva, ya que, según los informes anteriores del Ministerio de Agricultura y la Tierra, 14.000 de los 35.000 kilómetros de la costa de Japón deberían ser protegidos con murallas especiales.
No obstante, los opositores a la enorme estructura aseguran que su construcción es despilfarrar el dinero recaudado de los presupuestos regionales. Los activistas ambientalistas, por su parte, advierten que el proyecto podría afectar a los paisajes tradicionales del país y dañar la flora y fauna marina, mientras que las áreas de la zona de riesgo no quedarán totalmente protegidas ante desastres.