Las autoridades de la prefectura nipona de Okinawa han instado este lunes al Ministerio de Defensa de Japón a suspender las perforaciones submarinas que se están llevando a cabo en la localidad de Nago para preparar el terreno donde se construirá la nueva base de EE.UU., debido a que los bloques de hormigón de las obras están dañando los arrecifes de coral de la zona, informa la agencia Kyodo. Estos trabajos forman parte de la primera fase para la reubicación de la base militar estadounidense de Futenma, ahora situada en un núcleo urbano.
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Takeshi Onaga, gobernador de Okinawa quien llegó al poder en noviembre del pasado año, ha afirmado en una conferencia de prensa que si la oficina de Defensa no sigue las instrucciones, el Gobierno de la prefectura podría revocar dentro de una semana el permiso que otorgó para la perforación de roca en el distrito de Henoko como parte del proyecto de traslado de la base militar estadounidense.
El Ejecutivo nipón firmó con Washington un acuerdo para trasladar la base de Futenma, situada dentro de la isla principal de Okinawa en el año 1996 y desde entonces el proyecto se encuentra atascado por la fuerte oposición de los políticos y la población local.