Fiscal de Marsella: El copiloto del A320 habría estrellado deliberadamente el avión
Este jueves la fiscalía alemana ha confirmado que sólo uno de los pilotos estaba en la cabina en el momento del accidente. "Se ha descartado que haya tenido un problema físico, un mareo o un infarto porque la respiración es normal", sostiene el procurador de Marsella, Brice Robin, en una reunión con las familias de los 150 fallecidos en el avión Airbus 320 que se han desplazado hasta la zona del siniestro, añadiendo que cree que "voluntariamente el copiloto no quiso abrir la puerta al comandante". "No pudo ser un error, ni siquiera una caída o un golpe en la cabeza", afirma.
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El fiscal afirma que "al principio el piloto y el copiloto hablan normal", pero que "después se escucha cómo se prepara el aterrizaje", entonces "el piloto le pide al copiloto que coja los mandos del avión, se oye el ruido de la puerta y sale el piloto". Después, "se escuchaban gritos del comandante pidiendo que le deje entrar a la cabina, pero no hay respuesta del copiloto (…) la respiración nos indica que el copiloto estaba vivo. Lo llaman los controladores aéreos, no hay respuesta".
De esta forma, el fiscal establece que en el momento en que el copiloto se encontraba solo, "manipula los botones para activar el descenso del avión", por lo que la interpretación más aceptable es que el copiloto voluntariamente se habría negado a abrir la puerta de la cabina al comandante y de la misma manera habría activado el botón para perder altitud.
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Asimismo, el fiscal recalca que las víctimas no se dieron cuenta de lo que iba a suceder ya que en la grabación no se escuchan gritos hasta poco antes del impacto. "La muerte ha sido instantánea", sostiene.
El copiloto, identificado como Andreas Lubitz, alemán de 28 años, llevaba trabajando para la compañía aérea Germanwings desde septiembre de 2013 y había completado 630 horas de vuelo. El comandante que se hallaba fuera de la cabina de vuelo ha sido identificado como Patrick Sonderheimer, según medios alemanes.