Dos cosmonautas de una nueva misión a la EEI serán los primeros en pasar un año en el espacio

La nueva expedición a la Estación Espacial Internacional no será como las demás: por primera vez, dos de los tres miembros de la tripulación se quedarán en el cosmos durante un año, el doble del tiempo habitual en un viaje a la órbita.

Uno de los cosmonautas de la misión 43, que pasará un año en el cosmos, Mijaíl Kornienko, explica que el objetivo principal de la misión es garantizar futuros vuelos a larga distancia. "Me refiero a vuelos dentro del sistema solar, a Marte, a la Luna. La última expedición con esta duración tuvo lugar hace ya mucho tiempo. Desde entonces los métodos de diagnóstico han avanzado mucho y permiten hacer una valoración más exacta del estado del hombre durante estas travesías", comentó Kornienko. La larga estadía tiene como propósito explorar los efectos del cosmos en el cuerpo humano.

Scott Kelly es el segundo miembro de la tripulación que permanecerá un año en el cosmos. La investigación será especialmente fructífera con él, ya que su hermano gemelo también trabaja en la NASA. Las comparativas de ellos desde la Tierra y el espacio serán únicas. "Mi hermano y yo tenemos exactamente la misma genética. Llevan 20 años analizándonos, por lo que será una investigación importante”, comenta Kelly.

La expedición 43 es una misión de records: Scott Kelly se convertirá en el astronauta estadounidense que más tiempo pase en el espacio de forma continuada y el jefe de la tripulación, Guennadi Padalka, pasará a ser el hombre que haya pasado más tiempo en el espacio en toda la historia, casi tres años en el cosmos. La hija de Padalka, Sonia, asegura que toda la familia está orgullosa de él. "Entrará en el libro Guinness de los récords. Estamos muy orgullosos porque era su objetivo. Es fantastico", comentó.

Sin embargo, esta expedición de un año de duración comporta importantes riesgos. Irina Kornienko, esposa del cosmonauta Mijaíl Kornienko, ha contado a RT lo que sintió al conocer la noticia: "Fue horrible cuando me dieron la noticia. Rompí a llorar porque es peligroso y además es mucho tiempo. Él me calmó y después de analizar la situación y pensar que es su trabajo, estuve de acuerdo".

A su vez, el psicólogo jefe de la parte rusa del proyecto, Vadim Gushin, subraya que "los factores psicológicos de este tipo de viaje al espacio son poco favorables". El aislamiento, la privación sensorial y la monotonía crecen sustancialmente en una misión tan larga.

La elección de Scott Kelly o Mijaíl Kornienko de pasar un año en el espacio no ha dependido exclusivamente de sus cualidades físicas o mentales: los expertos confiesan que es difícil encontrar voluntarios. "Tenemos a muchos que quieren ir de expedición pero no por un período tan extenso. En algunos casos sus mujeres lo rechazan y, en otros, ellos mismos no quieren pasar allí todo un año", expresó Valeri Bogomólov, vicedirector del Instituto de problemas médico-biológicos de la Academia de Ciencias de Rusia.

Los propios miembros de la tripulación reconocen que hay cierto riesgo en esta misión, pero creen que la recompensa a la sociedad será mucho mayor. Todas las misiones al cosmos suponen un reto para la humanidad, un avance para la ciencia, pero sobre todo una constatación de que el ser humano no tiene límites.

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