En su artículo para 'Global Research' el exmilitar estadounidense señaló que la estructura de la presencia militar en América Latina y el Caribe -el Comando Meridional- está vacía y, de hecho, queda solo el nombre por casi no tener emplazamientos militares en el hemisferio occidental al sur de EE.UU.
"Casi en cada país, el Gobierno ha expulsado a los militares estadounidenses o se ha negado a dejar regresar al lobo imperialista", escribe el analista.
Acentuó que los esfuerzos de Washington para suprimir a las emergentes naciones latinoamericanas, como en el caso de Venezuela, solo llevan a la consolidación de los líderes de la región.
Según él, las "demasiadas invasiones del pasado han llegado a perseguir al Imperio, rechazado hoy en día".
"De hecho, se puede avistar con más frecuencia una presencia militar rusa en suelo latinoamericano o en las aguas sudamericanas que cualquier despliegue militar estadounidense", añadió.
Además de Guantánamo y unas pocas pequeñas estaciones militares de monitoreo antidrogas o de emergencias, no existen bases militares activas de EE.UU. en Sudamérica, sostiene.
Las razones oficiales del Pentágono -la falta de suficientes amenazas, además de los recortes presupuestarios en el gasto militar- "parecen más bien una argumentación para salvar las apariencias".
"Las prometedoras naciones al sur de nuestra frontera han sido abatidas brutalmente durante más de un siglo por EE.UU. y ahora que están ganando el poder desarrollando lazos con Rusia y China, es el trabajo del karma, que está mordiendo al Imperio justo en el trasero", resumió Hagopian.