Se trata de ADX Florence, apodado el 'Alcatraz de las Rocosas', que se ubica en el estado de Colorado y es considerada la más rigurosa del país, informa 'Businesss Insider'.
En esta cárcel los presos pasan 23 horas al día en asilamiento. Los reos son retenidos en celdas de 3,7 por 2,1 metros tras dobles puertas correderas cubiertas para que los reclusos no se vean unos a otros.
La única ventana de un metro de alto y tan solo 0,91 metros de ancho ofrece una escasa vista del cielo y nada más. Cada celda cuenta con un retrete combinado con lavabo y una ducha automatizada.
Los presos duermen sobre colchones finos puestos sobre una losa de hormigón. La mayoría de las celdas están dotadas con televisores y los presos tienen acceso a libros.
A los reos se les permite 10 horas de gimnasia por semana, alternadas entre una celda sin ventanas con nada más que una barra fija y visitas a un patio al aire libre donde cada uno está limitado a una jaula personal.
La comida se distribuye a través de la ranura en la puerta interior, igual que se realiza cualquier interacción humana, sea con el guardia, psiquiatra o sacerdote.
"Este lugar no fue diseñado para los seres humanos", comentó el exjefe de la prisión, Robert Hood a 'The New York Times'.
Desde el 2001, la prisión abrió sus puertas a Amnistía Internacional solamente una vez.