La censura y el control de los medios en EE.UU. son tan rígidos, sostiene el autor en su blog, que ninguno dijo nada sobre la injerencia de Washington en el derrocamiento del presidente legítimo de Ucrania, Víktor Yanukóvich, y la transformación de ese país en un estado policial basado en el ideario nazi-fascista.
En EE.UU. no tuvo ninguna difusión la información sobre la limpieza étnica llevada a cabo por el Gobierno de Kiev en Donbass contra la población, que apoyaba al 90% al presidente derrocado. Ni tampoco sobre "la masacre perpetrada en la Casa de los sindicatos de Odesa con el respaldo de EE.UU.".
Estados Unidos, añade Zuesse, "patrocinó los bombardeos de Donbass para deshacerse de los habitantes de la región" e incluso los 'perros guardianes' de la libertad de expresión guardaron silencio al respecto.
Los medios hacen un "enorme trabajo" para ocultar todos esos hechos del conocimiento del pueblo, dice el bloguero. "No lo harían –supone– si esos eventos fueran de suma importancia para la aristocracia estadounidense, que ha acaparado todos los medios informativos mayoritarios y los alternativos".
Escándalos mucho menos importantes que el que Washington indujo en Europa del Este reciben más atención por parte de la prensa, denuncia Zuesse. Ante todo, "es espantoso" que EE.UU. lleve a los nazis al poder en un país europeo. Los acontecimientos de los recientes meses podrían provocar una guerra nuclear, pero no ha habido ninguna marcha por la paz o manifestación pública contra este tipo de política.