La toma de control del sector nuclear ucraniano por EE.UU. puede provocar un 'apocalipsis'

El paso del control del sector de energía nuclear ucraniano a los Estados Unidos, con la posterior adopción en las centrales nucleares del país de la tecnología estadounidense, amenaza con el mayor desastre industrial, comparable con el de Chernóbil.

La campaña de reparto de propiedad de oligarcas en Ucrania está acelerando el ritmo y el primer sector sujeto a cambio de propietarios es el de la energía nuclear, asegura un artículo del portal informativo KM.

El hecho de que Washington quiera tomar el mando de esta industria lo refleja una serie de hechos:

En su conjunto, estos hechos sugieren la intención de Washington de tomar el control de toda la cadena energética: desde la extracción del uranio hasta la distribución de la electricidad.

Si Estados Unidos prospera en su empeño, estaría a un paso de crear un cártel gigante en el campo de la energía nuclear, con capacidad de exportar electricidad a países de Europa del Este, miembros de la Unión Europea. Y a través de la presión y el chantaje Washington espera parar los proyectos en energía nuclear de estos países.

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Se trata, ante todo, de la construcción de nuevas instalaciones de energía nuclear en las plantas de Mochovce (Eslovaquia) y Paks (Hungría), que se lleva a cabo en cooperación con la empresa estatal rusa Rosatom, y la puesta en marcha de nuevos reactores en la planta Temelin (República Checa).

Frustrar estos proyectos en plantas que fueron diseñadas para trabajar con barras nucleares de producción rusa puede que sea el anhelo de Estados Unidos. Y para lograrlo, Washington está dispuesto a hacer caso omiso de los problemas de seguridad.

Se trata de desoír las advertencias de los científicos atómicos de que la transición del sector nuclear de Ucrania a la producción de combustible nuclear de acuerdo con la tecnología de EE.UU. amenaza con un desastre que no afectará únicamente a Ucrania, sino también a regiones enteras de Rusia y la Unión Europea, tal como ocurrió a raíz de la tragedia de la central nuclear de Chernóbil.