Moscú ya está listo para volver al mercado iraní de armas, y no solo descongelando el contrato de compraventa de sistemas antiaéreos S-300, sino también reequipando a todo el Ejército iraní. Un lugar preeminente lo ocupa la defensa aérea y antimisiles, donde Rusia es muy competitiva, recuerda el portal de negocios ruso 'Vzgliad'.
"Creemos que el embargo de armas a Irán debe ser levantado inmediatamente después de llegar a un acuerdo [con el sexteto de mediadores internacionales sobre el programa nuclear iraní]", exigió el jueves de la semana pasada el vicecanciller ruso, Serguéi Ryabkov, después de las conversaciones del 'sexteto' e Irán. Por su parte, el Comité de Defensa del parlamento ruso advirtió que si se levanta el embargo de armas, Moscú finalmente entregará los sistemas S-300 a Irán.
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El levantamiento de las sanciones aún no es un hecho consumado. Sin embargo, Moscú ya se mostró dispuesto a reanudar la cooperación militar con Irán cuando el resultado de las negociaciones sobre el problema nuclear aún no estaba claro. El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, pudo acordar algunos temas de cooperación con su homólogo iraní durante visita a la República Islámica en enero de este año. Se trata solo de 'reiniciar' el contrato congelado de los S-300. Desde el punto de vista de Teherán, el contrato no está terminado, sino solo "retrasado", de modo que existe la posibilidad de llevarlo a efecto en cualquier momento.
Irán tiene el ejército más numeroso de la región y quizá el más poderoso en términos de espíritu de lucha y sentido de patriotismo. Sin embargo, su organización y equipo bélico están muy atrasados. Parte importante de sus tanques y vehículos blindados siguen activos desde la guerra contra Irak. Por contra, el ejército de su mayor enemigo regional, Arabia Saudita, está repleto de armas modernas.
Su punto más débil, como de costumbre, es la defensa antiaérea. En este contexto, Irán sólo tendrá que retomar el contrato con Rusia, que le ofrece las condiciones más interesantes. Moscú ofrece a Teherán los sistemas S-300 con nuevos misiles y, en principio, está listo, según el consejero delegado de la corporación estatal rusa Rostej, Serguéi Chémezov, a ofrecerle avanzados sistemas S-400 Triumf, si bien, de momento, Irán ha solicitado solo los S-300.
Rusia casi no tiene competidores en un tema de importancia tan vital para Irán como es el de crear su propio sistema de defensa antimisiles y antiaérea. Estados Unidos nunca y bajo ningunas circunstancias suministrará este tipo de sistemas a Irán. Incluso si se les ocurre entrar en este mercado, la opinión pública y los rivales políticos no dejarían ni abrir la boca al 'entusiasta' que se atreva a plantearlo.
Sin embargo, la industria rusa no fabrica suficientes sistemas S-300 y S-400 para venderlos en grandes cantidades. El suministro masivo de los S-400 podría empezar no antes de 10 años, mientras que su fabricante, el consorcio Almaz-Antei, construye otras dos plantas en las ciudades de Kirov y Nizhni Nóvgorod.