El 12 de abril de 1961 un hombre rompió todas las barreras y borró los límites de lo posible: aquel día el cosmonauta soviético Yuri Gagarin realizó el primer viaje al espacio de la historia de la humanidad. Nos adentramos en lo dramático y en lo más interesante de esta increíble aventura.
En el cohete espacial Vostok-1 el teniente mayor Yuri Gagarin dio una vuelta a la órbita de la Tierra a una altitud de 302 kilómetros y una velocidad de unos 28.000 kilómetros por hora. Fue el primer ser humano que pudo comprobar con sus propios ojos que nuestro mundo es redondo, azul y muy hermoso.
Los 108 minutos del vuelo de Gagarin cambiaron el mundo: el espacio lejano y desconocido empezó a hablar, y lo hizo en ruso.
Nueve meses antes del legendario vuelo los seis mejores pilotos soviéticos se reunieron con Serguéi Koroliov, el responsable del programa espacial soviético, que les mostró la primera nave espacial. Koroliov preguntó: "¿Quién quiere conocer la cabina?". "¿Me permite?", se adelantó Yuri Gagarin, que se quitó los zapatos y subió la escotilla. Koroliov dio un suave codazo a su asistente y le dijo: "Este, creo, volará el primero".
Poco antes del viaje, Gagarin escribió una carta a su mujer, Valentina, sobre su vuelo largamente esperado: "¿Puedo soñar con algo más? ¡Es historia, es una nueva era! Dentro de un día despega mi vuelo. Creo en la técnica completamente. No debe fallar. Pero a veces pasa que un hombre se cae en el lugar más inesperado y se rompe el cuello. Aquí también puede suceder algo. Pero no lo creo. Si pasa algo, te pido, Valiusha, no te mates por el dolor".
"¡Vámonos!": Impresionante crónica del vuelo de Yuri Gagarin
A las 9.07 se dio la orden de encendido y empezó el lanzamiento del cohete espacial Vostok-1. En el aire se escuchó la voz de Yuri Gagarin: "¡Poyéjali!" ('¡Vámonos!'). Pasados tres minutos, el primer cosmonauta de la historia dijo: "Veo la Tierra… ¡Qué belleza!".
En la nave Vostok-1 había solo un sistema de frenado. En caso de fallo, la nave podría quedarse fuera de la órbita unos días, por lo que a bordo había suministro de agua, comida y oxígeno para diez días.
El equipo que preparó el viaje temía por la salud mental de Yuri Gagarin, ya que tendría que enfrentarse a lo desconocido. Algunos médicos creían que la vista del cosmonauta no podría enfocar un punto en el abismo ilimitado, y el cosmonauta estaría en riesgo de enloquecer. Por lo tanto, la navegación manual de la nave estaba bloqueada. Antes de zarpar Yuri recibió un sobre con el código secreto para desbloquear el sistema.
A las 9.21 Gagarin entró en el estado de ingravidez. Pocos minutos después el cosmonauta dijó que estaba sobre América.
El primer ser humano en el espacio escribía en un papel sus impresiones, pero cuando a causa de la ingravidez el lápiz se le escapó de las manos, Gagarin usó una grabadora para registrar sus emociones.
A las 09.57 la agencia TASS anunció el vuelo del primer hombre al espacio, y cientos de corresponsales de diferentes países intentaron entrar en el edificio de la agencia.
A las 10.15 Gagarin sobrevoló África, completando así una vuelta completa alrededor de la Tierra. Al cabo de 10 minutos empezó el descenso de su cápsula.
Durante diez de los 108 minutos del vuelo, Yuri Gagarin estuvo a punto de perder la vida: el módulo de aterrizaje no se separaba de la nave espacial. El cosmonauta contó más tarde que le impresionó cómo se quemaba la capa de protección del vehículo durante el aterrizaje: llegó a ver el metal fundido que corría por los ojos de buey de la nave. A una altura de 7 kilómetros Gagarin se catapultó y empezó el aterrizaje sin la cápsula.
Después del vuelo, el cosmonauta escribió estas líneas: "Tras volar alrededor de la Tierra en una nave espacial, vi lo hermoso que es nuestro planeta. ¡Conservemos y aumentemos esta belleza, no la destruyamos!".
Hacia las estrellas: héroes de la URSS de exploración espacial
La era espacial empezó el 4 de octubre de 1957, cuando la Unión Soviética lanzó desde el cosmódromo de Baikonur el Spútnik, el primer satélite artificial.
El país abrió el camino del desarrollo de la tecnología espacial y de la exploración del universo. Antes de Gagarin, en 1960 las perras Belka y Strelka regresaron con éxito de un vuelo al espacio. La nave con los animales a bordo dio 17 vueltas completas alrededor de la Tierra. El viaje permitió sacar conclusiones importantes acerca de la posibilidad de que una persona emprenda un vuelo así. Cuando 'abandonaron el servicio', Belka y Strelka tuvieron una vida feliz y murieron de muerte natural, quedándose para siempre en la memoria del pueblo soviético.
La soviética Valentina Tereshkova fue la primera mujer en el espacio: realizó 48 vueltas alrededor de la Tierra en 1963, en la nave Vostok-4. "Esta belleza que se despliega ante ti cuando estás en la órbita es difícil de imaginar", comentó Tereshkova en una entrevista a RT. El nombre en clave de la paracaidista durante la misión era Chaika ('gaviota') y segundos antes del lanzamiento exclamó: "¡Eh, cielo!, ¡quítate el sombrero!".
El 18 de marzo de 1965 Alexéi Leónov se convirtió en el primer hombre que salió al espacio abierto. La primera caminata espacial de la historia duró poco tiempo, pero Leónov la recordó para siempre.
"En la Tierra no entendemos el tamaño que tiene nuestro planeta, solo en el espacio podemos ser conscientes... Incluso desde una nave espacial puedes ver solo dos o tres estrellas cuando miras por la ventanilla. Mientras que al salir al espacio ves estrellas por todas partes, el Sol como si estuviera clavado en el cielo y el cielo negro".
Una profesión difícil: ¿cómo es ser cosmonauta?
El entrenamiento de cosmonautas es una tarea muy importante. El hombre que va a salir al espacio debe estar completamente sano y tener la capacidad de soportar cargas pesadas, especialmente cuando pasa a través de la atmósfera.
Durante el despegue y el aterrizaje el astronauta siente una carga pesada debido al cambio brusco de la presión y el peso. El cosmonauta debe controlar aparatos en la cabina e informar sobre cómo trascurre el vuelo, debe cumplir estas tareas hasta cuando la nave se mueve a una velocidad altísima. Para que los cosmonautas puedan hacer todo esto, hay un sistema de entrenamiento con técnicas que imitan las situaciones en el espacio.
En los primeros días del vuelo los astronautas pueden sentir dolores de estómago y cabeza y tener problemas para conciliar el sueño. Pasadas seis semanas, el organismo se acostumbra a la microgravedad y empieza a moverse más activamente. Al cabo de unas semanas más en la órbita, los astronautas pueden empezar a sentir aburrimiento, nervios y sensibilidad a ruidos fuertes. Además, se pueden perder el apetito y el sueño. La etapa final de la estancia normalmente se siente como euforia y expectativa de volver a casa.
En una entrevista exclusiva con RT, el cosmonauta ruso Oleg Artémiev compartió sorprendentes detalles de su vida en la ingravidez durante una misión de casi 170 días. Describió su inolvidable experiencia como "un placer auténtico".
Artémiev, que tuvo que aguardar 11 años antes de realizar su primer vuelo espacial, asegura que la espera mereció la pena. Durante 169 días el astronauta ruso vivió y trabajó en la ingravidez. Sin embargo, asegura que si no hubiera tenido la oportunidad de salir al espacio exterior se habría quedado con la sensación de que no haber hecho un vuelo espacial. Para él lo más inolvidable fue realizar una caminata espacial. Artémiev confiesa que esa parte fue "lo más difícil y lo más peligroso", pero también "lo más interesante".
El cosmonauta cuenta que muchos compañeros se llevan juguetes de sus hijos para regresar con ellos a la Tierra y devolvérselos con un vuelo espacial a sus espaldas.
Por qué los cosmonautas odian los lunes, escriben 'Tania' en los cohetes y otras supersticiones de altura
- El visionario Serguéi Koroliov, padre del programa espacial soviético, introdujo numerosas supersticiones relacionadas con los vuelos al cosmos. Como no le gustaban los lunes, siempre trasladaba los lanzamientos a otro día. Durante los tres primeros años de la era espacial en la Unión Soviética las naves espaciales no fueron lanzadas en lunes. Después empezaron a volar y ocurrieron 11 accidentes. En la cosmonáutica rusa el lunes es un día de "no lanzamiento".
- Otra superstición de Koroliov establecía que siempre debía accionar el botón de 'Start' el capitán Nikolái Smirnitski. Ningún lanzamiento pasaba sin que 'el operador feliz' apretara el botón.
- Los cosmonautas no firman autógrafos antes de su primer vuelo. Sin embargo, la tripulación firma una botella de vodka antes de salir al espacio y se la beben al volver. También estampan sus firmas en la puerta del hotel donde se alojan en Baikonur.
- En un primer momento, no se quería mandar al espacio a Valentina Tereshkova, la primera mujer en el espacio, debido a que una superstición rusa reza que una mujer en un barco trae mala suerte.
- El lanzamiento de una nave al espacio nunca se denomina como "el último". Además, los cosmonautas nunca se despiden de los acompañantes.
- En el cosmódromo de Plesetsk, Rusia, antes del lanzamiento de un cohete portador escriben sobre él "Tania". Dicen que este nombre fue escrito por primera vez en un cohete por un oficial enamorado.
- Antes del vuelo los cosmonautas ven la película soviética 'Sol blanco del desierto'
- Antes de viajar al espacio los astronautas y cosmonautas plantan un árbol en Baikonur, costumbre que arrancó con Yuri Gagarin antes de su vuelo inaugural en 1961.
¿Qué más misterios nos esperan?
Después de los primeros pasos en la exploración del espacio, la humanidad ha desarrollado avanzadas técnicas con las que se puede mirar más allá de las estrellas y descubrir más sobre el universo. El aterrizaje del módulo Philae sobre el cometa P6767P/Churiúmov-Guerasimenko abrió un nuevo capítulo en la exploración del espacio. ¿Qué más conoceremos pronto sobre el espacio?
Un equipo de científicos de la NASA está explorando la posibilidad de enviar astronautas a la órbita de Venus para el control remoto de vehículos de exploración planetaria en su superficie. Mientras tanto el Congreso Europeo Planetario estudia explorar los mares de Titán, satélite de Saturno, lanzando un aparato flotante a su superficie.
El satélite de Júpiter, Europa, a su vez podría ocultar bajo su superficie helada sorpresas inimaginables. Debido a la gran distancia respecto al Sol, Europa recibe poco calor, pero es posible que bajo el hielo haya agua en estado líquido, calentada por la actividad tectónica de las entrañas del planeta.
Si posar un módulo en un cometa fue una tarea extremadamente compleja, el programa de la NASA llamado 'Misión para redirigir asteroides' ('Asteroid Redirect Mission') tiene un objetivo aún más ambicioso. La idea es capturar un asteroide y llevarlo a la órbita lunar, donde los astronautas puedan tomar muestras.
Esperemos que la tecnología no deje de desarrollarse y que no decaiga el entusiasmo de los amantes del espacio, para que el bello, lejano e insondable espacio exterior esté cada día un poco más cerca de nosotros.
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