Fundación: octubre del 2014.
Misión: estimular la cooperación financiera en la región y financiar proyectos de infraestructura en Asia: desde la construcción de carreteras y aeropuertos hasta de antenas de comunicación y viviendas económicas.
Participación: más de 57 miembros fundadores potenciales, incluidas las mayores economías del mundo, excepto EE.UU. y Japón.
Jefe interino: Jin Liqun.
Capital: de acuerdo con el Memorando de Entendimiento de octubre de 2014, el capital social del BAII asciende a 100.000 millones de dólares. La mitad de esta suma fue proporcionada por China.
La participación de China irá reduciéndose a medida que nuevos países se unan al proyecto.
Otras posibles opciones para la financiación del BAII son los préstamos interbancarios y la emisión de bonos soberanos por parte de los Estados miembros del banco.
Está previsto que la redacción de los estatutos internos finalice a finales de este año.
La creación del nuevo banco es parte del plan de China para construir "una nueva ruta de la seda", una iniciativa del presidente chino, Xi Jinping, para abrir nuevas rutas comerciales.
Su objetivo se centra en fomentar el desarrollo del comercio y la cooperación económica con otros países de Eurasia y África a través del desarrollo de infraestructura en la región.
El BAII proporcionará una plataforma para que China exporte capital, mano de obra y experiencia en la construcción de infraestructura en las economías emergentes de Asia.
Los expertos consideran que EE.UU. no ha podido responder al desafío más importante y evitar la adhesión de los países occidentales al Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura. La popularidad del BAII demuestra que la importancia de EE.UU. como la primera potencia del mundo es cada vez más cuestionada por el crecimiento deslumbrante de China.