Malaki, de 44 años de edad, de San Diego, California, "admitió haber aceptado dinero en efectivo, gastos de hotel y los servicios de una prostituta a cambio de proporcionar los horarios de barcos confidenciales y otra información interna de la Armada al presidente de una empresa contratista de defensa", informó el Departamento de Justicia de EE.UU. en un comunicado.
Malaki vendió los datos a Leonard Glenn Francis, expresidente de la compañía Glenn Defense Marine Asia (GDMA), con sede en Singapur, que prestaba servicios a la Armada estadounidense, mientras trabajaba para la Séptima Flota de la Armada de EE.UU. en 2006. Malaki admitió que el valor total de los beneficios que recibió ascendieron aproximadamente a 15.000 dólares, informa 'The Washington Post'. Malaki es la octava persona declarada culpable de corrupción y fraude en las filas de la Armada de EE.UU. en el marco de este caso.
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El propio Francis fue declarado culpable hace tres meses tras una larga investigación federal después de que fuera detenido durante una operación encubierta en San Diego en 2013. El exdirector de la empresa, que había ganado cientos de millones de dólares en contratos con la Marina, reconoció ante un tribunal que había sobornado a oficiales estadounidenses con dinero en efectivo, prostitutas, comidas extravagantes y otros regalos.