Oficiales de los servicios secretos de Siria contaron a RIA Novosti que en el año 2014 atraparon a un grupo de ciudadanos de Turkmenistán que organizaron en el territorio del Estado Islámico una escuela de preparación de terroristas suicidas.
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Entre los yihadistas turkmenos capturados por casualidad, cuando se dirigían a la frontera turca para entregar a sus patrocinadores una grabación de video sobre el "trabajo realizado", se encontraba el 'emir' Raushán, originario de Asjabad, la capital de Turkmenistán.
Raushán confesó haber preparado varias decenas de kamikazes no solo de Turkmenistán, sino también de otros países de Asia Central. "Antes de atacar llevamos a cabo ataques terroristas para asustar a los militares y destruir la infraestructura", relató el 'emir' capturado por los militares sirios.
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Cuando le preguntaron qué sentía al saber que personas inocentes morían a causa de las explosiones, Raushán respondió: "El Corán enseña que cuando un inocente muere en la guerra va directamente al paraíso".