Aparte del gran interés de Adolf Hitler en las reservas de petróleo de México, existía una "admiración" entre varios círculos de militares de ese país latinoamericano hacia el Ejército alemán: "A los militares les fascinó la marcialidad, el uniforme, lo que se conocía de la maquinaria de guerra de Hitler", según escribe el autor citado por la BBC.
LEA TAMBIÉN: EE.UU., refugio de nazis implicados en crímenes durante la Segunda Guerra Mundial
Sin embargo, el panorama empezó a cambiar cuando México se incorporó al conflicto armado en 1942, y presionado por la Casa Blanca, tuvo que cancelar sus suministros de crudo y establecer en Perote (Veracruz) un centro de detención, donde se concentraron unos 500 ciudadanos japoneses, italianos y alemanes bajo la sospecha de espionaje.
Dado que registros del centro permanecieron clasificados durante décadas, el libro revela nuevos detalles sobre sus prisioneros, muchos de los cuales fueron detenidos solo por su nacionalidad.