Los contrabandistas dejaron que sus víctimas –migrantes musulmanes de Bangladés y Birmania– murieran de hambre y enfermedades dentro de jaulas de bambú en un campamento de tráfico de personas ilegal situado en los remotos bosques del sur de Tailandia.
La mayoría de los cautivos, que debían haber sido traficados a Malasia, murieron sin que nadie pagara rescates por ellos. Junto a las jaulas de bambú la Policía también encontró fosas con cadáveres de migrantes. Solo un hombre sobrevivió a las condiciones infrahumanas del campo y fue inmediatamente trasladado al hospital.
30 prisoners found dead in caged pits in Thai human-trafficking camp //t.co/GCrvVmstOcpic.twitter.com/38rZSXyWbQ— Daily Mail Online (@MailOnline) May 1, 2015
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Thai human traffickers camp where 50 prisoners were left to starve to death in bamboo cages and pits //t.co/XWsZiSaIZa#Trafficking— Leighton Early (@LeightonEarly) May 1, 2015
El campo se encontraba en la provincia de Songkhla, en un lugar apropiado para transportar a las personas hasta el área fronteriza con Malasia. Los soldados, socorristas y policías tuvieron que adentrarse en las selvas de las montañas para encontrar las fosas.
Horrifying pictures from within Thai human traffickers camp where 50 prisoners were left to starve to death in... //t.co/XyoMyrm8x2— Interesting News (@interestinews) May 1, 2015