El lenguaje secreto de las maras: Cómo las pandillas atemorizan al continente americano
Objetos de la vida cotidiana que no trasmiten ningún mensaje para los ciudadanos de Honduras, forman parte del lenguaje de las maras, informa el diario 'ABC'. Los grafitis, el argot y los tatuajes que los diferencian poseen múltiples significados.
Así, por ejemplo, juguetes de peluche como ositos, gatos o perros atados cerca de los taxis o autobuses, simbolizan vía libre para atacar a sus pasajeros. Ese rito está vinculado con los sobornos que los conductores tienen que pagar a las maras, o el 'impuesto semanal', lo que convierte a los inocentes juguetes en el permiso de asalto a los pasajeros.
El portavoz de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), Santos Nolasco, señala que "los criminales juegan con el pánico de la población."
Entre otras señales, se destacan los detalles de la apariencia de las mujeres de las maras: una cartera de cordón atada a la cintura, el color rubio teñido del pelo, y la ropa de color rojo y amarillo, significaría la presencia de una vendedora de drogas o de una 'cobradora de impuestos'.
Otro modo de identificarse de los grupos son los tatuajes, que se diferencian entre las distintas bandas rivales, informa el sitio Dramapopus. Los miembros de 'la mara 18', por ejemplo, pueden tatuarse sólo sus brazos y pechos, mientras que los del bando 'la mara 13', tienen derecho a tatuarse hasta la cara.
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Los tatuajes también poseen diferentes significados: cada lágrima tatuada corresponde a una persona asesinada o un ser querido perdido, tres puntos colocados en forma de pirámide invertida se refieren a la vida loca, vinculada con las drogas, el dinero, el sexo y las mujeres. Cuando más grande es el tatuaje, más respeto pretende ganar su poseedor.
Las maras aparecieron en Los Ángeles en la década de 1980 y se expandieron a otras partes de Estados Unidos, Canadá, México, el norte de América Central y España. La mayoría de estas pandillas está integrada por guatemaltecos, salvadoreños y hondureños. Son conocidos por su excesiva crueldad y el uso de la violencia.